EL SEIBO, RD. En el Día del Bioanalista, destacamos la labor fundamental de estos profesionales en el campo de la salud. Desde tomar muestras hasta procesar resultados, los bioanalistas desempeñan un papel importante en el diagnóstico y tratamiento de enfermedades.
«Una de las experiencias más emocionantes e importantes de mi vida es poder ayudar a salvar una vida a través de un diagnóstico», comparte Esmeralda Rijo, egresada de la Universidad Central del Este, con trayectoria de años en laboratorio privado y público, en una entrevista realizada por este medio. Esta declaración subraya la importancia y el impacto directo que tienen en la vida de las personas.
Las responsabilidades principales de un bioanalista son tomar muestras, procesar y plasmar resultados. Utilizan una variedad de técnicas y métodos, como la microscopía para observar células y microorganismos, el cultivo celular y microbiológico para estudiar microorganismos en condiciones controladas, y técnicas de biología molecular como PCR y secuenciación de ADN.
Además, dentro de la rotación de áreas, los bioanalistas fortalecen sus conocimientos en diferentes áreas como hematología, química, uroanálisis y parasitología. Para llevar a cabo su trabajo, utilizan instrumentos como jeringuillas, algodón, tubos para extracción de muestras sanguíneas y maquinarias para el procesamiento de las mismas.
Para garantizar precisión y calidad en los resultados, se realizan medidas como la calibración de las máquinas y sus controles diarios. Aunque la rapidez en la entrega de resultados puede ser un desafío, los bioanalistas enfatizan la importancia de trabajar con calidad y precisión.
A quienes estén interesados en seguir la carrera de bioanálisis, se recomienda tener vocación, ética profesional, paciencia y tolerancia. Esta carrera es amplia y ofrece oportunidades tanto a nivel clínico como industrial, pero requiere un compromiso firme con la calidad y el cuidado en cada paso del proceso.
