PUNTA CANA, RD. Recientes estudios han revelado un comportamiento fascinante: estos gigantes usan barro como una especie de protector solar natural. Este hallazgo no solo es increíble desde el punto de vista biológico, sino que también nos da una lección valiosa sobre cómo la naturaleza puede ofrecer soluciones simples y efectivas a problemas que también enfrentamos los humanos.
Este comportamiento tiene propósitos muy específicos y beneficiosos. El barro actúa como una barrera física que protege su piel de los dañinos rayos ultravioleta (UV) del sol. En regiones donde las temperaturas pueden ser extremas y el sol brilla intensamente, esta capa de barro es crucial para evitar quemaduras solares.
Además de la protección contra los rayos UV, el barro también ayuda a mantener la piel de los elefantes hidratada. La piel de estos animales es bastante sensible y puede secarse fácilmente. Al aplicarse barro, los elefantes retienen la humedad, manteniendo su piel suave y flexible. Este proceso es especialmente importante durante las estaciones secas, cuando el acceso al agua es limitado.
El uso del barro como protector solar no es un fenómeno aislado, sino que se ha observado en diversas poblaciones de elefantes alrededor del mundo. En África, donde los elefantes africanos se enfrentan a un sol implacable y a temperaturas que a menudo superan los 40 grados Celsius, el barro se convierte en una herramienta esencial para la supervivencia. Los elefantes se sumergen en charcos de barro y lo esparcen por todo su cuerpo, creando una capa protectora uniforme.
