VERÓN. Cuando los aparatos electrónicos pierden utilidad, se transforman en lo que llamamos RAEE: Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. Como consumidores responsables, debemos asumir la tarea de deshacernos de ellos de manera correcta.
De lo contrario, estos residuos pueden acabar en rellenos sanitarios o basurales, contaminando el planeta. En algunas regiones del mundo, son incinerados. Todas estas acciones generan un daño en el ecosistema que es difícil de revertir.
Los aparatos electrónicos están compuestos por diferentes materiales. Algunos de ellos son sustancias químicas tóxicas y metales pesados. Es por eso que deben recibir un tratamiento especial, diferente al que reciben otros tipos de residuos.
Dentro de los RAEE, podremos encontrar todo tipo de aparatos que se utilizan diariamente: lavadoras, secadoras, televisores, pequeños electrodomésticos, teléfonos celulares, computadoras, lámparas, neveras, entre muchos otros. Algunos componentes de los aparatos electrónicos son reutilizables. Es por eso que, al reciclarlos correctamente, les estamos dando una nueva oportunidad.
Para reciclar los aparatos electrónicos correctamente, ponte en contacto con tu municipio y averigua dónde se encuentra el punto para depositarlos. En algunos sitios, tienen un servicio de recogida puerta a puerta. En otros, debes acercarte a un puesto especial. Existen organizaciones que se encargan de reacondicionar equipos que, de otra manera, hubieran ido a parar a la basura.
Los reparan y los donan a centros educativos, para que aquellas personas que no pueden comprarlos por razones económicas, puedan acceder a uno. Es importante que, una vez que tus aparatos electrónicos hayan cumplido su ciclo, no los desarmes. Comunícate con estas instituciones y consulta cuál es la forma adecuada de reciclarlo. Luego, ellos se encargarán del resto. Cuando te acerques a estos puntos de recogida, lleva todas sus respectivas piezas. Evita arrojarlos a la basura o a contenedores.
