PUNTA CANA. Se trata de una ley pionera en la lucha contra la deforestación mundial, un grave problema que ya ha provocado la pérdida de una masa forestal más grande que la propia superficie de la Unión Europea.
Una ley que exige a las empresas que quieran vender en el mercado europeo siete productos considerados “clave” y sus derivados no hayan contribuido con su producción a la deforestación o degradación forestal en ningún lugar del mundo.
La Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO) estima que 420 millones de hectáreas de bosque, un área más grande que la de la UE, se han perdido debido a la deforestación entre 1990 y 2020.
Se dice que el consumo de la UE es responsable de alrededor del 10 % de deforestación mundial. El aceite de palma y la soja representan más de dos tercios. «Este acuerdo marca un punto de inflexión importante en la lucha mundial contra la deforestación.
Al mismo tiempo que hacemos la transición verde en la UE, también queremos asegurarnos de que nuestras cadenas de suministro sean más sostenible, sostiene el vicepresidente de la Comisión, Frans Timmermans.
La decisión europea, que llega en vísperas del comienzo en Montreal de la Conferencia sobre Biodiversidad (COP15) que buscará definir metas de protección de la naturaleza para las próximas décadas, constituye la “primera ley del mundo que lucha contra la deforestación global”, ha celebrado el comisario de Medio Ambiente, Virginijus Sinkevicius.