WASHINGTON. Asesores del gobierno de Estados Unidos exhortaron enérgicamente que los niños de 12 años y más reciban dosis de refuerzo de la vacuna contra el COVID-19 tan pronto como sean elegibles, para ayudar a combatir la altamente contagiosa variante ómicron que azota al país.
Las dosis de refuerzo ya eran recomendadas para todos los estadounidenses de 16 años o más, pero el miércoles los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC por sus siglas en inglés) aprobaron una inyección adicional de la vacuna de Pfizer para los adolescentes más jóvenes — de 12 a 15 años — y recalcaron su recomendación para que los de 16 y 17 años también reciban una nueva dosis.
“Es crucial que protejamos a nuestros hijos y adolescentes de las infecciones de COVID-19 y las complicaciones de una enfermedad grave”, dijo la doctora Rochelle Walensky, directora de los CDC, en un comunicado difundido el miércoles por la noche.
“Esta dosis de refuerzo brindará una protección óptima contra el COVID-19 y la variante ómicron. Aliento a todos los padres de familia a mantener a sus hijos al día con las recomendaciones de los CDC sobre las vacunas contra el COVID”, reiteró.
Las vacunas aún ofrecen una sólida protección contra la enfermedad grave provocada por cualquier tipo de COVID-19, incluyendo la ómicron, algo que los expertos dicen es su principal beneficio. Pero la mutación más reciente del virus puede superar una capa de la protección de las vacunas y causar infecciones moderadas. Los estudios muestran que una dosis adicional refuerza, al menos temporalmente, los anticuerpos que combaten al virus hasta alcanzar niveles que ofrecen la mayor oportunidad de evitar un cuadro sintomático, incluso de la ómicron.
Horas antes el miércoles, el panel independiente de asesores científicos de los CDC debatió sobre si la dosis de refuerzo debería ser una opción para los adolescentes más jóvenes, que no suelen enfermarse tan gravemente de COVID-19 como los adultos, o ser recomendada con más énfasis.
El darle a los adolescentes un refuerzo para que obtengan un incremento temporal en su protección contra las infecciones es sólo un avance menor, y el problema resurgirá por otro lado, advirtió la doctora Sarah Long, de la Universidad Drexel, quien también es asesora de los CDC. Sin embargo, dijo que la dosis adicional vale la pena para ayudar a combatir la variante ómicron y proteger a los niños de tener que faltar a clases y otros problemas que surgen incluso con un caso moderado de COVID-19.
Más importante, si un niño con una infección moderada contagia a un padre o abuelo más vulnerable que a la larga muere, el impacto es “totalmente abrumador”, dijo la doctora Camille Kotton, del Hospital General de Massachusetts, que también es integrante del panel.
La vacuna fabricada por Pfizer y su socia BioNTech es la única opción para los niños estadounidenses de cualquier edad.