PUNTA CANA, RD. El dolor que produce en el que el dedo pequeño del pie cuando choca contra una esquina de un mueble, de una puerta o de la pata de la mesa, es tan repentino es casi insoportable, y siempre deja la sensación de si se habrá roto algo.
Los profesionales de Podología Elena Gracia en Granada explican a sus pacientes las causas de por qué este dolor puede ser tan intenso y molesto.
Una de las principales causas que provoca que el dolor sea tan intenso es que estos golpes suelen ser fortuitos e inesperados, suelen coger por sorpresa a todos y en muchas ocasiones en mitad de la noche y a oscuras. Nadie es consciente, todo el mundo cree que puede esquivar ese mueble, que sabe exactamente donde está, por ello al recibir el golpe la intensidad y la frustración es mayor.
A un nivel mucho más científico, la principal causa de esta intensidad se debe a la estructura anatómica y a las terminaciones nerviosas que presenta el dedo pequeño del pie. Hay muchos receptores nerviosos superficiales en ese pequeño lugar, lo que provoca que al producirse el golpe la señal al sistema nervioso central sea muy rápida, activándose y produciendo un repentino dolor. A todo esto, se suma la composición de tejido adiposo que tiene la zona que hace que el dedo sea aún más sensible y tierno.
¿Se ha roto el hueso?
Esta es quizás la duda más frecuente una vez que se ha producido el golpe, y es que el dedo pequeño del pie está formado por tres huesos pequeños y muy frágiles. No es extraño que alguno de ellos se rompa tras el golpe al chocar contra una pared o la esquina de un mueble.
El dolor llega a ser tan intenso y molesto que la duda surge, pero si este desaparece al poco tiempo, y las molestias van desapareciendo, lo más probable es que haya sido un susto puntual. Por el contrario, si transcurren más de 30 minutos, y el dedo sigue doliendo, comienza a inflamarse e incluso cambia a un color en tonos morados, es posible que se haya fracturado, por ello hay que acudir rápidamente a un profesional.
Acudir a un experto ayudará a determinar la gravedad del asunto. Es muy probable que si el dedo presenta las características anteriormente señaladas, sea necesario realizar alguna radiografía para ver el estado de las falanges. En caso de que haya rotura, deberá ser el profesional el que paute el tratamiento adecuado: cirugía, reposo, rehabilitación o inmovilización, entre otras posibilidades.