NUEVA YORK (AP). El flamante alcalde de la ciudad de Nueva York, Eric Adams, prometió el sábado que guiará a la mayor ciudad de Estados Unidos a salir de la pandemia apoyándose en la resistencia de su gente y prometió un gobierno que trabaje mejor, aunque no sea radicalmente diferente.
Horas tras ser juramentado en Times Square, cuando la ciudad recibía el Año Nuevo, Adams usó su discurso de juramentación para prometer más eficiencia, invocar la reputación de fortaleza de los neoyorquinos y llamó a la ciudad de 9 millones de residentes a hacer su resolución para el nuevo año que sus vidas no estén controladas por la pandemia.
“Vacunarse es no dejar que la crisis te controle”, dijo Adams en el Ayuntamiento. “Disfrutar de un espectáculo en Broadway. Enviar a sus hijos a la escuela. Regresar a la oficina. Esas son declaraciones de confianza de que nuestra ciudad es nuestra”.
Adams, de 61 años, enfrenta el inmenso reto de sacar a la ciudad de la pandemia. Llega al cargo mientras la ciudad registra una cifra récord de casos de COVID-19 impulsada por la variante ómicron del coronavirus.
Aunque ha prometido mantener abierta la ciudad y evitar el regreso de los confinamientos, asume las riendas de una ciudad que ha visto líneas del metro, restaurantes e incluso centros de cuidados urgentes cerrar temporalmente debido a escasez de personal causada por casos de coronavirus.
En su discurso del sábado, Adams dijo además que iba a adoptar un enfoque “radicalmente práctico” para mejorar el gobierno de la ciudad, que incluye no solamente “grandes planes y propuestas”, sino también “eliminar desperdicios y eliminar ineficiencias”.
Anoche, con el confeti todavía volando sobre Times Square, Adams recitó el juramento al cargo. La jueza Sylvia O. Hinds-Radix, de la división de apelaciones de la Corte Suprema estatal, tomó el juramento de Adams, que colocó una mano sobre una biblia familiar y con la otra sostuvo una imagen de su madre, Dorothy, fallecida en 2020.
Adams fue capitán de la policía de la Ciudad de Nueva York y presidente del distrito de Brooklyn y tiene una postura más moderada y centrada en los negocios que su predecesor, Bill de Blasio, pero se describe a sí mismo como un alcalde práctico y progresista que “hará que se hagan las cosas”. Es el 110mo regidor de la ciudad y el segundo de raza negra luego de David Dinkins, quien ocupó el cargo entre 1990 y 1993.