Punta Cana, RD. Un reciente estudio llevado a cabo por científicos británicos revela que la forma del corazón, influida por factores genéticos, podría desempeñar un papel clave en el riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
Este hallazgo amplía los criterios tradicionales, que se centran en el tamaño y el volumen del órgano, y ofrece nuevas perspectivas sobre los riesgos genéticos asociados con las enfermedades del corazón.
“Este estudio ofrece nueva información sobre cómo pensamos sobre el riesgo de enfermedad cardiaca”, afirmó Patricia Munroe, profesora de medicina molecular de la Universidad Queen Mary de Londres y autora principal de la investigación.
Munroe explicó que, aunque ya se sabía que aspectos estructurales como el tamaño y el volumen del corazón son determinantes para la salud cardiovascular, examinar su forma proporciona una herramienta adicional para predecir enfermedades de manera más precisa.
“Estamos descubriendo nuevos conocimientos sobre los riesgos genéticos”, añadió la experta en un comunicado oficial.
El estudio representa un avance significativo en el campo de la cardiología, abriendo la puerta a enfoques personalizados en la prevención y tratamiento de las enfermedades del corazón.
