SAN PEDRO DE MACORÍS. Abogados de esta demarcación demandaron la terminación del anexo que se levanta en la parte frontal del Palacio de Justicia de esta ciudad, cuya construcción lleva cerca de 10 años, sin que se vislumbre su terminación.
Eddy Rafael la Cerda, abogado, hizo un llamado al presidente de la Suprema Corte de Justicia, como principal representante del Poder Judicial, para que disponga de los fondos para concluir esa obra, la que descongestionará las salas que operan allí.
Expresó que no entiende la tardanza en la terminación de esa obra, la que luce paralizada desde hace años.
«Ese anexo tiene el fin principal de alojar el juzgado de Paz, el juzgado especial de Tránsito y oficinas administrativas y un área de archivo», sostuvo La Cerda.
Las quejas son constantes ya que donde funciona el Juzgado de Paz, las divisiones son en cartón piedra y se escuchan las conversaciones en las distintas salas lo que hace incómodo
llevar los procesos.
Usuarios del local donde funciona en la actualidad el Juzgado de Paz expresaron que el espacio es bastante estrecho y caluroso, por lo que pidieron la terminación de las nuevas oficinas.
«El local donde funciona el juzgado de Paz es alquilado por lo que, con la terminación, el Poder Judicial se ahorrará esos recursos y los que pueden ser destinados a la compra de mobiliario para la nueva oficina » así se expresaron Juan Ramón Santana e Isabel Santana, quienes con frecuencia acuden al palacio de Justicia de San Pedro de Macorís a ejercer como abogados.
Señaló que las distintas salas del Palacio de Justicia de esta ciudad deben ser dotadas de equipos de sonido para poder escuchar mejor las ponencias que se producen en algunas de ellas, como la sala laboral donde el ruido externo penetra con facilidad, dificultando que se pueda entender con claridad las discusiones que se dan en ese espacio.
Los abogados externaron la queja por la falta de parqueos en el entorno, por lo que tienen que estacionar sus vehículos en lugares distantes, por lo que algunos vehículos han sido violados o abiertos por delincuentes, situación que pone en riesgo sus pertenencias.