PUNTA CANA.- La periodontitis, también conocida como enfermedad de las encías, es una infección de las encías que daña el tejido blando. Se estima que alrededor de dos tercios de las personas mayores de 65 años tienen enfermedad de las encías.
Esta afección comienza cuando la placa, una película pegajosa de bacterias y alimentos, se acumula alrededor de los dientes. En su etapa más temprana ( gingivitis) las encías irritadas pueden sangrar fácilmente.
La enfermedad de las encías no solo se limita a una situación desagradable que afecta la estructura dental o provoca daños en el autoestima. En los últimos años diferentes investigaciones señalaron que también podría tener consecuencias sobre la salud cardiovascular.
Si bien no todas las personas con enfermedad de las encías tienen problemas cardíacos y no todas las personas con problemas cardíacos tiene enfermedad de las encías, existe una correlación. Por ejemplo, un trabajo publicado en Journal of Dental Research, halló tras analizar el historial clínico de casi 5.300 participantes que las personas con mala salud dental tenían el doble de riesgo de desarrollar enfermedad coronaria, en comparación con aquellos que tenían una salud bucal óptima.
Otra investigación, publicada en Journal of Oral Microbiology, señaló que Porphyromonas gingivalis, una bacteria que habita debajo de las encías, es el tipo de bacteria que más se encuentra en arterias coronarias y femorales.
Otros profesionales destacan el papel de la inflamación. La inflamación es un proceso que ocurre cuando el sistema inmunitario detecta un agente extraño, como bacterias o virus. El objetivo de esta respuesta es proteger, mediante los glóbulos blancos, potenciales infecciones o lesiones. Una vez que el peligro desaparece, la inflamación suele ceder.
Sin embargo, si la inflamación persiste, incluso cuando el cuerpo no se siente amenazado, puede convertirse en un problema, llegando a dañar tejidos y órganos. Por ello, se considera posible que la inflamación en las encías desencadene una reacción en cadena que termine por afectar al sistema cardiovascular.
Otra respuesta a la relación entre la salud bucal y cardiovascular puede encontrarse en las bacterias de las encías. Estos microorganismo, explican los expertos, pueden ingresar al suministro de sangre y ser impulsadas a diferentes destinos, incluido el corazón, donde causan inflamación y daño.