domingo, noviembre 24, 2024
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Consejos para convivir con la diabetes

EFE. El 14 de noviembre se conmemora el Día Mundial de la Diabetes, una enfermedad cuya incidencia continúa en aumento. Seguir una dieta sana y practicar ejercicio físico regularmente puede llegar a prevenir o retrasar hasta el 80 % de los casos de diabetes tipo 2. Controlar periódicamente los niveles de glucemia, mantener un horario de comidas regular y evitar el tabaco y el alcohol son también claves para llevar un buen control de esta patología

Con motivo del Día Mundial de la Diabetes, el experto médico español, Julio Maset, ofrece consejos para prevenir y convivir con la diabetes tipo 2, una enfermedad que en el 80 por ciento de los casos se podría evitar o retrasar con una dieta sana y actividad física.

“Es una enfermedad estrechamente vinculada a la obesidad, la hipertensión y el colesterol alto, y por lo tanto, muy relacionada con el estilo de vida actual y los hábitos que hemos ido adquiriendo”, resalta Maset.

Este estilo de vida saludable es también fundamental para manejar correctamente la enfermedad, que afecta a millones de personas al rededor del mundo

Diez consejos para convivir con la diabetes

Controla de manera periódica tus niveles de glucemia, tensión arterial y colesterol.


Los autoanálisis te aportarán información sobre tu nivel de glucemia, lo que te permitirá el autocontrol de la enfermedad, basado en aplicar correcciones en la dieta, en la medicación prescrita (si ya hay medicación) o el ejercicio.

Realiza ejercicio físico de manera regular.


Muchos pacientes con diabetes tipo 2 no necesitarían medicación si controlasen el sobrepeso y la obesidad con actividad física diaria. El ejercicio regular favorece la disminución de glucemia, mejora la sensibilidad a la insulina y ayuda a perder peso.

Aliméntate de manera equilibrada.

Los alimentos ricos en fibra son muy aconsejables, pues la fibra no se digiere y ralentiza el paso de la comida a través del estómago e intestino, lo que disminuye la absorción de hidratos de carbono (azúcares). También las proteínas, presentes en la carne, el pescado, los huevos, el queso o la leche, son necesarias para el crecimiento del cuerpo y la reparación de los tejidos. A su vez, es importante moderar el consumo de grasas y prevenir el aumento del colesterol.

Mantén un horario de comidas lo más regular posible.


Es importante que realices cinco comidas diarias y siempre a la misma hora, ya que esta regularidad contribuye a un mejor control de la glucemia.

Sé precavido con el azúcar.


Es fundamental limitar al máximo la cantidad de azúcares simples ingerida, ya que pueden provocar subidas rápidas de la glucemia. Salvo indicación médica en ese sentido, sí está permitido el consumo diario de azúcares que se encuentran en frutas frescas, leche o algunos derivados lácteos, mientras que azúcares refinados, miel o repostería deberían consumirse, en todo caso, de manera excepcional.

Lleva siempre azúcar.


Terrones de azúcar, galletas o refrescos azucarados pueden ayudar a que los primeros signos de hipoglucemia desaparezcan en cinco o diez minutos. La hipoglucemia puede aparecer si la relación entre medicación e ingesta de azúcar no es la correcta.

Sigue las pautas de tu tratamiento.


Si tu médico ya te ha puesto en tratamiento, es importante ajustar las dosis de tu tratamiento a las necesidades reales.

Acude a revisiones oftalmológicas regulares.


Debes comprobar de manera periódica el estado de tu retina con exploraciones y exámenes del fondo del ojo, con el fin de detectar de manera precoz la retinopatía diabética, primera causa de ceguera en el mundo occidental.

Cuida y revisa periódicamente tus pies.


Es fundamental que examines tus pies con regularidad para evitar el llamado pie diabético, que se manifiesta con la aparición de erosiones, infecciones y, en último término, gangrena, que podría conducir a la amputación.

No fumes ni bebas alcohol.


Estos hábitos son siempre perjudiciales para la salud, pero, si padeces diabetes, pueden provocar la aparición de complicaciones, tanto cardiovasculares, como neurológicas y renales. Además, tanto el tabaco como el alcohol pueden alterar la eficacia del tratamiento.