VERÓN. La noche del 6 de marzo del 2005, cuando en la cárcel preventiva de Higüey murieron quemados, baleados y apuñalados 136 reclusos, los policías que custodiaban ese recinto no intervinieron en ningún momento para evitar el enfrentamiento que inició en el pabellón conocido como Vietnam.
Así lo confirmó a este medio un hombre que guardaba prisión por droga en esa cárcel, y presenció bien de cerca todo lo acontecido aquella fatídica noche. “Ahí no hubo interés (de los custodios) para que eso se calmara ni nada de eso. Eso fue hecho premeditadamente. La Policía nunca intervino”, dijo el sobreviviente de aquel motín que tuvo un saldo de decenas de muertos.
Pocos pueden narrar una tragedia como aquellos que la han vivido en carne propia. Esto sucedió a este testigo que, movido por los recuerdos del pasado, decidió narrar a este semanario lo sucedido esa noche. “(Tengo) 16 años sin dormir. No pasa una noche sin que yo me acuerde de eso”, comenta el testigo ocular de lo ocurrido aquella noche.
Narró que la tragedia que hasta hoy asedia sus pensamientos, inició la noche del 6 de marzo, a las 9:00 de la noche. “Allá dentro había una trifulca por el mando, donde ya se estaba planeando cambiar de mando para quitar al señor ‘Radhames’ y a ‘Buche’, que tenían problemas con ‘Jesuito Coloso”, indicó.
AQUELLA NOCHE…
El testigo narró que esa noche de terror el enfrentamiento inició entre ‘Reyito’ (de Higüey) y ‘Boina’ (de la capital). Ambos eran de diferentes bandos dentro del pabellón Vietnam y empezaron a pelear, pero al poco tiempo se calmaron.
“Cuando sacan a ‘Buche’ para afuera, es entonces que ‘Buche’ viene con el arma de fuego para adentro. Lo sacaron para darle el arma de fuego, entonces ahí fue que se armó todo, cuando planearon hacer eso”, dijo el sobreviviente. Buche era un reo que fungía como segundo al mando dentro del pabellón Vietnam y era sobrino de Radhames, contó el testigo.
Indicó que a Radhames lo mataron dentro del penal, y a Buche también le quitaron la vida, pero tiempo después ya fuera de la cárcel. Contó que cuando todos los reclusos se acostaron, alrededor de las 12:00 de la medianoche, entonces dieron el asalto. “Ahí no hubo nunca motín. Ahí lo que hubo fue muerte premeditada. Ahí mataron mucha gente a cuchillo y otros a tiros”, expuso el ex reo.
VINCULACIÓN DEL ALBERGUE
Para este ex recluso, esa noche “fue dramatizada”, porque a su juicio allí “se hicieron cosas para aparentar otras, y no era así”. Refiere que, efectivamente, los presos querían cambiar de mando en el control del pabellón de Vietnam. “Pero ese no era el problema.
El problema era que había unos presos allá que eran testigos de algo que había pasado en el albergue de Yuma”. Según expresó el sobreviviente de aquel incendio, los testigos de lo ocurrido en el albergue ya estaban “clasificados para matarlos allá dentro.
Esas personas a las que querían matar se llamaban Ezequiel y Joel. Uno era jardinero del albergue y el otro era chofer”. Este señalamiento hace referencia a dos de los implicados en la violación de varios menores en el albergue Hogar la Ciudad del Niño San Francisco Javier, ubicado entonces en San Rafael de Yuma, identificados como Eliseo Colón y Joel Pérez José.
En el 2005, dos sacerdotes y parte del personal que trabajaba en ese hogar de niños desamparados fueron acusados de violar sexualmente a unos 9 menores. Colón y Pérez guardaban prisión por este caso en la preventiva de Higüey.
El testigo y sobreviviente al incendio dijo que ya se había pagado para que esos dos hombres murieran aquella noche, cuando el terror se apoderó de los reclusos. Insinúa que el propósito del motín era encubrir las muertes de Colón y Pérez, y esto desencadenó la tragedia que cobró la vida de 136 internos.