jueves, noviembre 14, 2024
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Sin Tapujos

Sepultados bajo el lodo

Hay momentos en la vida de un periodista que sacuden el alma. No es fácil narrar tragedias, y menos cuando el dolor se mezcla con la injusticia. Una mañana lluviosa, en un barrio pobre de la capital, me tocó cubrir una historia que jamás olvidaré. Los protagonistas eran tres hermanitos que murieron mientras dormían, sepultados por un alud de tierra que cayó sobre su frágil casita de cartón. Al llegar al lugar, la tristeza era palpable en cada rincón.

Los vecinos lloraban sin consuelo. Algunos intentaban rescatar lo poco que quedaba de la vivienda. Otros observaban en silencio. Las lágrimas eran inevitables. En medio de aquella escena desgarradora, vi tres cuerpecitos famélicos, cubiertos del barro seco que había endurecido sobre sus pieles como mortaja. La imagen era impactante; difícil de asimilar. Tres vidas inocentes, apagadas sin haber tenido siquiera la oportunidad de soñar un futuro distinto.

Mientras tomaba notas y mi fotógrafo captaba el momento desafortunados, el peso de la tragedia se posaba en mi pecho. La realidad de aquellos niños y la pobreza que los rodeaba hablaba de un ciclo cruel, donde la falta de recursos y la desprotección social convierten a los más vulnerables en víctimas invisibles. Mientras intentaba encontrar palabras que dieran sentido al dolor de la escena, observaba a los padres de los niños.

Sin comprender lo ocurrido, sus miradas se perdían entre los despojos de la casucha que sepultó a sus crías. Habían salido a buscar el sustento familiar. Jamás imaginaron lo que vivieron. Ese día vi tan de cerca las condiciones en las que viven tantas familias. Ese día igual comprendí que mi labor periodística debía centrarse más en exponer lo que otros prefieren ignorar. Esa desgracia estampó en mí el rostro rasgado de una familia marcada por un dolor indescriptible.

Oscar Quezada
Oscar Quezada
Soy un periodista que ama escuchar y contar historias, y con eso lucho cada día. Trato de hacerlo con relatos sencillos y entendibles para todos. Estudié en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).