lunes, septiembre 16, 2024
InicioOpiniónSin Tapujos

Sin Tapujos

Un grito desesperado

La semana pasada, en Santo Domingo Norte una mujer se lanzó de un quinto piso, junto a su hija de cinco años. Ambas murieron. Esa mujer estaba atrapada por una depresión profunda, que lamentablemente no fue atendida a tiempo. El día de la tragedia, su esposo la llevó a dos hospitales, buscando la ayuda que su esposa le había pedido. A pesar de la urgencia, en ninguno de los centros de salud fue recibida la atención que necesitaba. La apatía de ambos hospitales fue seguida del desenlace fatal: dos vidas valiosas se esfumaron en un santiamén.

La salud mental es un componente primario del bienestar general, pero en nuestra sociedad sigue siendo un tema tratado con indiferencia o, en el mejor de los casos, con una atención secundaria. Las enfermedades mentales, como la depresión, no son caprichos ni muestras de debilidad. Son condiciones médicas que requieren intervención profesional, y cuando estas atenciones no se brindan las consecuencias pueden ser devastadoras.

Es necesario un compromiso firme para mejorar la accesibilidad y calidad de los servicios de salud mental. Las emergencias psicológicas deben ser tratadas con la misma seriedad y urgencia que las dolencias físicas. Una persona en crisis debe recibir atención inmediata, sin excusas, sin demoras, sin ser relegada a una espera que podría costarle la vida. Los hospitales y centros de salud privados deben estar provistos con modernos equipos y personal capacitado para manejar emergencias de salud mental.

El estigma asociado a las enfermedades mentales también debe ser combatido con educación y sensibilización, tanto entre los profesionales de la salud como en la sociedad en general. Apuremos el paso, porque la atención a la salud mental no puede seguir siendo el eslabón deficiente de nuestro sistema sanitario.

Oscar Quezada
Oscar Quezada
Soy un periodista que ama escuchar y contar historias, y con eso lucho cada día. Trato de hacerlo con relatos sencillos y entendibles para todos. Estudié en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).