domingo, noviembre 24, 2024
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Sin Tapujos

Protejamos la inocencia

Nuestra sociedad enfrenta una realidad desafiante y perturbadora: el fenómeno del enamoramiento de niñas. Este problema constituye una grave violación de los derechos de la infancia.

Esta situación requiere una respuesta integral por parte de los padres, el sistema educativo y el Estado para proteger la inocencia y el bienestar de nuestras niñas.

Es importante entender que una niña, por muy desarrollada que parezca física o emocionalmente, carece de la madurez necesaria para consentir una relación romántica. A menudo, esta distorsión conductual es fomentada por hombres con agendas egoístas y depredadoras que explotan la vulnerabilidad y la ingenuidad de las niñas para satisfacer sus más bajos instintos sexuales.

Los padres tienen un papel determinante en la protección de sus hijas contra este tipo de abuso. La comunicación abierta sobre temas relacionados con el amor, las relaciones y el respeto mutuo, es crucial desde una edad temprana. Los padres deben educar a sus hijos e hijas sobre los límites apropiados en las interacciones sociales y proporcionarles las herramientas necesarias para reconocer y resistir las manipulaciones emocionales.

Asimismo, el sistema educativo desempeña un papel decisivo en la prevención y detección del enamoramiento de niñas. Los programas de educación sexual y de prevención del abuso deben abordar este tema de manera clara y directa, enseñando a los estudiantes a identificar comportamientos inadecuados, y buscar ayuda si se encuentran en una situación comprometida.

Además, el personal escolar debe estar capacitado para reconocer las señales de alerta y actuar en interés del bienestar de los estudiantes. El Estado tiene la responsabilidad de garantizar la protección de los derechos de la infancia, y perseguir activamente a quienes perpetúan el enamoramiento de niñas.

Oscar Quezada
Oscar Quezada
Soy un periodista que ama escuchar y contar historias, y con eso lucho cada día. Trato de hacerlo con relatos sencillos y entendibles para todos. Estudié en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD).