PUNTA CANA, RD. El presidente Luis Abinader anunció la semana pasada que competirá en las elecciones internas de su partido, el PRM, en busca de una nueva postulación como candidato presidencial. La Constitución no se lo prohíbe, ya que permite la reelección consecutiva. Aunque la reelección históricamente ha sido fuente de controversias, desde que en 1966 Joaquín Balaguer la estableció de manera indefinida en nuestra Carta Magna, esta vez, la anunciada por Abinader no fue objeto de polémicas.
Sí hubo agitaciones multisectoriales cuando el ex presidente Danilo Medina alteró parcialmente el texto constitucional para habilitar su candidatura en las elecciones de 2016. Medina triunfó en esas elecciones, contrario al ex mandatario Hipólito Mejía, quien no tuvo la misma suerte al modificar la Carta Magna para extender su tiempo en la presidencia.
Hipólito sufrió una derrota contundente en las urnas. La travesía de Abinader presenta etapas cruciales, con el reto inicial de superar las instancias internas del PRM. Si gana, se enfrentará con otras agrupaciones políticas decididas a derrotarlo en los comicios del 2024. La trayectoria de Abinader, marcada por una gestión ampliamente elogiada en diversos ámbitos, no garantiza un camino exento de obstáculos en su búsqueda de una nueva postulación.
La política es un terreno impredecible, donde las circunstancias pueden cambiar de manera abrupta. La dinámica de la contienda interna, con sus desafíos estratégicos y rivalidades latentes, pondrá a prueba la habilidad política de Abinader y el apoyo que ha cosechado. En este proceso, la participación activa de la ciudadanía junto con la evaluación de logros y acciones del gobierno, influirá en el resultado de la disputa interna y, en última instancia, en el panorama electoral fuera de las lides del PRM.
A medida que avance el tiempo y se acerque la fecha de las elecciones, crecerá la incertidumbre, creando un ambiente político lleno de expectativas y posibilidades, y donde historia y futuro se enlazarán en la compleja narrativa de la política dominicana. Sólo el tiempo definirá la suerte de Abinader en el ruedo político de la nación.