Oscar Quezada
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SANTO DOMINGO. La tesis que sobre la masificación partidaria enarboló siempre el extinto ex presidente de la República y líder fundador del gobernante Partido de la Liberación Dominicana (PLD), Juan Bosch, parece tomar cuerpo de forma negativa en esa organización política. Y esto se pone en evidencia a partir de una serie de acontecimientos que cuestionan el nivel de organización y disciplina que desde sus inicios ha caracterizado a esa agrupación política.
Para muestra, basta referir tres de varios episodios que difieren verticalmente del orden que el profesor Bosch quiso mantener en el PLD, como condición básica para fomentar la unidad interna de ese partido.
Cada uno de estos casos conecta con la teoría de Bosch, quien veía como un revés para la cohesión partidaria el salto cualitativo al cuantitativo de un partido como el PLD.
El más reciente acontecimiento, que para muchos resulta increíble en un partido con la filosofía organizativa del PLD, lo protagonizó el precandidato presidencial y ministro de Turismo, Francisco Javier García. Este alto dirigente del partido morado denunció que el gobierno estaba cancelando a simpatizantes de su candidatura que ocupan funciones de mando en distintas instituciones públicas.
La denuncia de Javier García fue vinculada con la cercanía del también precandidato presidencial y presidente del Senado, Reynaldo Pared Pérez, con el presidente Danilo Medina. Del primer mandatario se dice estaría apoyando de forma soterrada las aspiraciones del también secretario general del PLD.
Por tratarse de un importante dirigente del partido oficialista, y por demás conocido colaborador de la tendencia que representa el ex presidente Leonel Fernández, la denuncia de Javier García no pasó desapercibida y hubo de ser aclarada en tiempo record. Pues no bien se difundió esta versión, el director de Comunicaciones del gobierno, Roberto Rodríguez Marchena, desmintió tal acusación y dio garantías de que en un gobierno como el que encabeza el presidente Medina esto jamás ocurrirá.
Antes de este hecho, Leonel Fernández sorprendió a la opinión pública nacional con un impactante artículo titulado “El poder y el liderazgo: entre puestos y sobrecitos”, publicado en el matutino Listín Diario. En este artículo, Fernández critica, con su estilo elegante y preciso, la forma en que se manifiesta el clientelismo político en la esfera política dominicana.
La interpretación mayoritariamente compartida en el ámbito nacional es que el escrito del ex mandatario era un cuestionamiento directo a su compañero de partido, el presidente Medina y a la popularidad que éste ha alcanzado coyunturalmente, desde que asumió la presidente de la República.
El tercer episodio tuvo lugar en el pasado congreso para escoger a los miembros del Comité Central. En este certamen interno hubo acusaciones de compra de votos y voluntades y hasta fueron impugnadas en varios puntos del país ante el Tribunal Superior Electoral (TSE).