FRANCIA. La ciudad de Saint-Joachim está situada cerca del pantano de Brière, una turbera que se inunda fácilmente de agua. El cementerio local se encuentra a 0 pies sobre el nivel del mar y el agua estancada se ha convertido en un problema importante. El alcalde finalmente propuso cubrir el cementerio para desviar el agua de lluvia a tanques colectores para regar el césped alrededor del cementerio y el complejo deportivo cercano en los meses secos de verano.
También se propusieron paneles solares para la cobertura superior, que de otro modo sería básica. Cada residente recibió una carta explicando la propuesta y pidiendo su opinión sobre la idea. Al 97% de los residentes de Saint-Joachim les gustó el concepto y rápidamente se determinó un plan de energía compartida por el cual cada residente pagaría 5,00 € por una parte de la energía generada allí.
Esto podría ser suficiente para abastecer a unas 1.000 personas con energía solar suficiente para ahorrar un par de cientos de euros cada año en sus facturas de electricidad.
La compañía eléctrica a cargo del proyecto diseñó un algoritmo que recopila datos sobre el uso de energía y determina cuánta necesita cada hogar para cubrir un percentil fijo de su consumo total. De esta manera, todos, desde un supermercado hasta una peluquería o una vivienda unifamiliar, obtienen el mismo ahorro energético gracias a la energía solar del cementerio.