En medio del caos desatado por las fuertes tormentas que han azotado a Houston, en el sureste de Texas (EE.UU.), el alcalde John Whitmire confirmó la trágica noticia de que al menos cuatro personas han perdido la vida.
Las autoridades reportaron vientos de hasta 100 millas por hora, causando estragos en el centro de la ciudad, con ventanas de rascacielos destrozadas y árboles derribados.
La magnitud de la devastación se refleja en los casi 900 mil hogares y negocios que quedaron sin energía eléctrica.
Con el llamado a permanecer en sus hogares y evitar salir a trabajar, el alcalde Whitmire declaró que la ciudad aún se encuentra en «modo de recuperación».
Esta medida se suma a la cancelación de clases en el distrito escolar de Houston y la suspensión de vuelos en los principales aeropuertos locales debido a los vientos peligrosos.
Estas tormentas, las segundas del mes, agravan una situación ya difícil tras las inundaciones de principios de mayo, destacando la urgencia de medidas preventivas y de apoyo a la población afectada.