Un devastador tornado golpeó Greenfield, Iowa, causando múltiples víctimas mortales y dejando a más de una docena de personas heridas.
El paisaje de la pequeña localidad quedó marcado por la destrucción, con casas destrozadas, árboles derribados y escombros esparcidos por todas partes.
Los residentes de Greenfield se encuentran en medio de una difícil tarea de recuperación, uniendo esfuerzos para rescatar sus pertenencias entre los escombros y los restos de las estructuras que apenas quedan en pie.
La solidaridad comunitaria emerge como un rayo de esperanza en medio de la tragedia, mientras la comunidad se une para enfrentar los desafíos que se presentan tras el desastre natural.