BOGOTÁ. El presidente de Colombia, Iván Duque, aseguró este jueves que hay evidencias de la participación «de todo ese grupo» de exmilitares colombianos detenidos en Haití en el asesinato del mandatario de ese país, Jovenel Moïse, perpetrado el pasado 7 de julio en Puerto Príncipe.
«Independientemente del nivel de conocimiento que se tuviera, lo que queda en evidencia es que hay una participación de todo ese grupo en ese magnicidio y nosotros, por supuesto, estamos colaborando con las autoridades haitianas», expresó el mandatario colombiano a periodistas.
Por el momento, 23 personas han sido arrestadas, incluyendo 18 exmilitares colombianos y cinco ciudadanos haitiano-estadounidenses, y se han aplicado medidas cautelares contra 24 agentes y responsables de las unidades de seguridad presidencial.
En ese sentido, el presidente colombiano recalcó que la Policía de su país está apoyando a las autoridades haitianas para saber «cómo pudieron ser reclutados (los exmilitares colombianos arrestados), cómo fueron pagados los tiquetes, quién lo pudo haber hecho».
«Hemos tenido la posibilidad de contactar familias y hablar con una persona que estuvo (en Haití) y regresó a Colombia antes de que se presentaran los hechos. Eso nos ha ayudado a reconstruir mucho del rompecabezas», dijo.
Por otra parte, miembros del FBI, acompañados por agentes de la Policía Nacional de Haití, estuvieron este jueves en la residencia del presidente Moise, para recabar evidencias en relación con el magnicidio.
Tras varias horas en el interior de la vivienda, pasadas las 5.00 de la tarde comenzaron a salir miembros de la Policía Científica de Haití con diversas pruebas, todas empaquetadas en fundas plásticas o bolsas de papel, excepto un monitor de computadora.
El FBI y el Departamento de Seguridad Nacional (DHS, en inglés) de Estados Unidos se unieron a la investigación pocos días después del asesinato del presidente, pesquisas en las que también colaboran las autoridades colombianas.
El Pentágono también reveló este jueves que entrenó en el pasado a un «número pequeño» de los ciudadanos colombianos que han sido arrestados por su presunta participación en el crimen.