PUNTA CANA, RD. Este martes, el Tribunal Constitucional de Perú ordenó la liberación «inmediata» del exmandatario Alberto Fujimori, de 85 años, quien cumple una condena de 25 años por violaciones de derechos humanos y corrupción. Aunque había recibido un indulto presidencial en 2017, la intervención de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) había impedido en varias ocasiones su liberación.
En su fallo, el Tribunal Constitucional declaró la «falta de competencia de la CIDH». Fujimori fue condenado en 2009 por homicidio calificado, lesiones graves y secuestro agravado, siendo señalado como autor mediato de los crímenes de Barrios Altos y La Cantuta ocurridos en 1991 y 1992, respectivamente.
En 2017, un indulto «por razones humanitarias» otorgado por el expresidente Pedro Pablo Kuzcynski lo liberó, pero en 2018, el Tribunal Supremo anuló dicho indulto a solicitud de la CIDH, retornando Fujimori a prisión.
Fujimori está desde 2009 en prisión, tras ser extraditado de Chile y condenado por delitos de lesa humanidad. Aunque ha salido de prisión por razones médicas, el expresidente es el preso que más cuesta mantener en Perú.
Recluido en la prisión de Barbadillo, en Lima, Alberto Fujimori no está entre cuatro paredes. Tiene una biblioteca, una taller de pintura y hasta un huerto. Según la publicación de la BBC, “solo en 2020, el Gobierno invirtió unos 172.000 dólares, una cifra 57 veces mayor que la cantidad que destinó de forma individual para el resto de los presos en otras penitenciarías comunes”.