El 23 de mayo se conmemora el Día Mundial de la Tortuga, una fecha destinada a sensibilizar a la población global sobre la difícil situación que enfrentan estas fascinantes criaturas, que se encuentran en peligro de extinción.
Esta jornada busca fomentar acciones que contribuyan a proteger y preservar la supervivencia de las tortugas, que son parte integral de los ecosistemas terrestres y marinos.
El origen de esta celebración se remonta al año 2000, cuando la ONG estadounidense American Tortoise Rescue propuso la idea con el propósito de difundir información relevante sobre la importancia de las tortugas y promover el respeto hacia ellas. Esta organización, fundada en 1990, se dedica a la protección de todas las especies de tortugas, tanto terrestres como marinas.
La conservación de las tortugas enfrenta diversos desafíos, entre los que se destacan la destrucción de su hábitat natural, el comercio ilegal de su carne para la elaboración de platos exóticos y el tráfico ilegal de huevos y ejemplares vivos.
Estos factores amenazan seriamente la supervivencia de estas especies milenarias, que desempeñan un papel crucial en el equilibrio de los ecosistemas marinos y terrestres.