PUERTO PRINCIPE. La vulnerabilidad de las mujeres y niñas empeoró tras el devastador terremoto que sacudió Haití el pasado 14 de agosto, que causó al menos 2,248 muertos y 690,000 damnificados, afirma un estudio presentado el lunes por ONU Mujeres y CARE Internacional.
El Análisis Rápido de Género, un informe realizado con base en entrevistas a personas afectadas por el sismo, constató que las carencias en refugio, servicios sanitarios o suministro de agua han causado un gran impacto en la población de la zona, en especial entre mujeres y grupos vulnerables.
La falta de vivienda y refugio, resultado del derrumbe de cientos de miles de casas, es percibida por el 83 % de las personas encuestadas como un factor de inseguridad y un mayor riesgo de violencia.
En este contexto, el 70 % de los entrevistados indicaron que su miedo a la violencia sexual había aumentado desde el terremoto, un riesgo que puede verse incrementado, señala ONU Mujeres, en campamentos superpoblados con nula separación en los aseos y zonas mal iluminadas.
Otra de las mayores preocupaciones de la población, y que ha causado un mayor impacto en las mujeres, es la falta del agua potable, circunstancia que afecta al 60 % de la región más afectada por el sismo, en la península meridional de Haití.
El informe subraya que cerca del 40 % de las mujeres son jefas del hogar y muchas de ellas no pueden compartir con nadie la tarea de obtener agua, lo que dificulta más su situación.
La falta de agua repercute también en las necesidades de adolescentes y mujeres de cuidar de su higiene menstrual, lo que se une a que las menores carecían de acceso a kits de higiene y dignidad, según dijeron el 83 % de los proveedores de servicios entrevistados.
En este contexto, el 68 % de los proveedores de servicios sociales entrevistados observó que las mujeres tenían un acceso limitado o nulo a la asistencia sanitaria, lo que empeoraba aún más en los grupos vulnerables.
ONU Mujeres recordó que a pesar de la emergencia humanitaria, la atención sanitaria primaria, incluida la salud reproductiva, las necesidades de planificación familiar y la atención posparto siguen siendo igualmente cruciales.
La inseguridad alimentaria, que afecta al 46 % de la población de la zona tras el terremoto, es especialmente preocupante para los grupos vulnerables, entre ellos niños, adolescentes y mujeres embarazadas, así como de adultos mayores, enfermos y personas con discapacidades.
La directora de ONU Mujeres para las Américas y el Caribe, María Noel Vaeza, quien está visitando Haití, defendió la participación de las mujeres en la estrategia de respuesta al terremoto, para garantizar su inclusión en el proceso de toma de decisiones.