Kenia ha decidido suspender el envío de policías a Haití, en medio de la grave crisis política y de seguridad que atraviesa el mismo. La misión, respaldada por la ONU, tenía como objetivo apoyar en el mantenimiento del orden en Haití, pero debido a la situación actual, se ha producido un cambio fundamental en las circunstancias.
El secretario principal de Relaciones Exteriores de Kenia, Korir Sing’oei, explicó que la decisión se tomó debido a la «ruptura total de la ley y el orden y el anuncio de dimisión del primer ministro de Haití, Ariel Henry».
Esta situación ha generado un ambiente de incertidumbre en el terreno, lo que ha dificultado el envío de ayuda keniana y ha hecho imposible la colaboración con un gobierno estable en Haití.
A pesar de que la Comunidad Internacional respaldaba la misión, Kenia ha decidido esperar la instalación de una nueva autoridad constitucional en Haití antes de reanudar cualquier tipo de despliegue policial.
Por su parte, Estados Unidos ha expresado que no ve la necesidad de retrasar la misión policial de kenia en Haití, según declaraciones del Departamento de Estado.