PARÍS (AP). El gobierno de Francia mantiene la presión sobre las personas que no se han vacunado contra el COVID-19 en momentos en que la variante ómicron está incrementando los casos de coronavirus.
En una audiencia parlamentaria el miércoles por la tarde, el ministro de salud defenderá un plan del gobierno para permitir que sólo las personas que están totalmente vacunadas puedan ingresar a lugares como restaurantes, cines, museos y estadios deportivos.
La introducción acelerada del llamado “pase de vacunación” es parte de una estrategia del gobierno para usar las vacunas, en lugar de nuevos confinamientos, para intentar suavizar el impacto de la variante ómicron en los ya abrumados hospitales.
Francia reportó el martes un récord de casi 180.000 casos nuevos de COVID-19 y se prepara para más, con pronósticos que advierten de más de 250.000 infecciones diarias para enero.
Más del 75% de la población está vacunada y el gobierno y aceleró la distribución de vacunas de refuerzo, también para combatir a ómicron. Pero más de 4 millones de adultos siguen sin vacunarse.
El gobierno quiere que el pase de vacunación esté vigente para mediados de enero. De aprobarse en el Parlamento, su introducción significará que las personas que no están vacunadas ya no podrán usar el resultado negativo de pruebas para ingresar a lugares en donde se requiere el pase.