Se calcula que Australia ha perdido un tercio de sus koalas en los últimos tres años. Han sido varios los intentos de censar a estos animales, pero ha sido muy difícil. No obstante, es evidente que su población disminuye.
En cambio, para el 2018 la cantidad de estos marsupiales se calculaba en más de 80.000. Por lo tanto, es una disminución drástica. Es importante aludir que existen evidentes motivos para que esto ocurra. La peor situación se ha presentado en el estado de Nueva Gales del Sur. Ahí, la cantidad de koalas disminuyó en un 41%.
Además, varias circunstancias que atentan contra estos animales parecen no mejorar en corto tiempo. El tema del rescate de un koala y la lucha contra la extinción de toda una especie ya es bandera en territorio australiano. Junto a los canguros, estos animales son emblemáticos de esa nación y es necesario preservarlos.
Es un descenso dramático, que promete incrementarse. Ocurre que han venido sucediendo muchos eventos que afectan la biodiversidad australiana, tales como:
– Los incendios forestales en Australia durante los años 2019 y 2020, que han sido el principal detonante de la muerte de muchos koalas.
– Una reciente sequía, que en buena medida causó los incendios. Lo cierto es que la falta de agua también ha hecho que estos animales tengan problemas para subsistir.
– La desmedida industria inmobiliaria australiana, que cada vez más derriba árboles y cambia la geografía para construir grandes edificios en el hábitat de estos marsupiales.
– Ausencia de políticas para el cuidado de esta especie.
– La contaminación y destrucción paulatina de los ecosistemas.
A esta clasificación pertenecen los canguros y koalas. Son animales cuyas crías terminan de desarrollar en una bolsa llamada “marsupio”. Esta bolsa es externa y las crías nacen no del todo desarrolladas. Lo anterior sucede porque tienen un útero poco desarrollado. Son diferentes a los mamíferos placentarios, ya que sus descendientes pasan una etapa completa prendidos de las glándulas mamarias.
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