LOS ÁNGELES. La ciudad de Los Ángeles, California, será sede de la novena Cumbre de las Américas, un evento que se realiza aproximadamente cada tres años y que en esta ocasión, del 6 al 10 de junio, busca reunir a los jefes de Estado de la región para debatir temas políticos y sociales, y definir las acciones para hacer frente a los problemas y desafíos que comparten los países de las Américas.
El anuncio de la novena edición de la Cumbre, que se celebra desde el año 1994, ha desatado la polémica en la clase política de la región debido a la posible exclusión de Venezuela, Cuba y Nicaragua, por considerar que los mandatarios de estas naciones “irrespetan” la Carta Democrática Interamericana de 2001.
Así lo informó el jefe de la diplomacia estadounidense para las Américas, Brian Nichols, al revelar que el respeto a la democracia fue una condición a considerar para definir a los asistentes a la cumbre.
Por otra parte, la reacción de los mandatarios latinoamericanos no se ha hecho esperar. Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, afirmó que no le interesa estar en dicha cumbre, ya que esta “no enaltece a nadie”, mientras que llamó a los mandatarios latinoamericanos a unirse para que la Unión Europea, Estados Unidos y Canadá “nos respeten”, agregando que “es una vergüenza el espectáculo que están dando los gobernantes yanquis con esta famosa cumbre”.
Como Ortega, otros gobernantes de la región han decidido ausentarse de esta edición del evento internacional, alegando que no sería una Cumbre de las Américas sin la representación de todas las naciones que la componen. Tal es el caso de la recién electa presidente hondureña, Xiomara Castro, el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador y su homólogo en Bolivia, Luis Arce, quienes confirmaron que no asistirán si Cuba, Venezuela y Nicaragua no son invitadas.
Otro mandatario que confirmó se ausentará del evento es el presidente guatemalteco, Alejandro Giammattei, quien confirmó no asistirá tras las críticas del gobierno estadounidense al nombramiento de su fiscal general María Consuelo Porras, a un nuevo mandato, considerando que la elección de la polémica fiscal traerá restricciones a la libertad de expresión y violaciones a los derechos humanos.
La semana pasada, el presidente norteamericano, Joe Biden, invitó al primer mandatario dominicano, Luis Abinader, a participar de la cumbre, en una misiva en la que manifestó que el evento será una oportunidad para abordar los desafíos de la región y trabajar en conjunto en las metas comunes.