sábado, noviembre 23, 2024
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Cuba somete anteproyecto de Código de Familia considerando matrimonio igualitario y adopción

CUBA (AP). El gobierno cubano publicó recientemente un anteproyecto de Código de las Familias en una página oficial para que la población opine, donde incluye la posibilidad del matrimonio entre personas del mismo sexo, lo que generó polémica en la sociedad y los sectores evangélicos de la isla caribeña.

Esta medida, viene incluida en la Constitución cubana aprobada en 2019 donde se propone que la misma sea llevada a un plebiscito para que sea la población que decida.

El Código presentado por el Ministerio de Justicia recientemente fue redactado por un comité de 30 expertos y contiene más de 480 artículos en los cuales se intenta reflejas la diversidad de instituciones y de la vida familias de la Cuba del siglo XXI.

Entre las novedades del texto se encuentra un papel legal más destacado de los abuelos, la posibilidad de establecer pactos prematrimoniales sobre el futuro del patrimonio, consecuencias negativas –por ejemplo, a la hora de repartir bienes– para los culpables de cometer violencia de género o la alternativa para los padres de acordar el orden de los apellidos de sus hijos. También, entre otros, desaparece el concepto de patria potestad y se sustituye por el de “responsabilidad parental”, al tiempo que se otorga a los menores autonomía paulatina de sus decisiones o un mayor reconocimiento de la unión de hecho.

Lo que calentó el debate social fueron los cambios en la definición del matrimonio, que pasó de ser entre un hombre y una mujer en el Código hasta ahora vigente, de 1976, por el enlace entre dos personas, abriendo la oportunidad a las bodas homosexuales y la adopción; así como la autorización de los “embarazos solidarios” (la gestación por una tercera persona), aunque en este caso se estipula que no debe mediar lucro.

Según lo establecieron las autoridades, el texto del Código recopilará opiniones populares, por lo cual ahora se dio a conocer el anteproyecto, antes de enviarse a la Asamblea Nacional del Poder Popular (el Parlamento) que fijará una fecha para el plebiscito al que será sometido y antes de volver al legislativo para sancionarse.

Durante 2018 y 2019 algunas iglesias cristianas salieron sin autorización oficial a las calles, colocaron carteles publicitando lo que consideran “la familia original” (madre, padre, hijos) y desafiaron al gobierno llamando abiertamente a votar en contra de otro plebiscito en aquella ocasión para aprobar la Constitución, que entre otras cosas no reconoce la objeción de conciencia.

Aunque no todos los evangélicos o denominaciones se oponen al reconocimiento de los derechos de la comunidad LGTB y algunos hasta dieron la bienvenida a parejas gay o se ofrecieron a bendecir uniones, en el caso de las Asambleas de Dios o la Liga Evangélica, entre otros, el rechazo es radical.

“Como iglesia tenemos un patrón de familia”, dijo a la reporteros de la Prensa Asociada el pastor Julio César Sánchez, secretario de las Asambleas de Dios que consideró las alternativas al modelo heterosexual como “el resultado del pecado” y para quien no se vale la explicación de que esas uniones son una realidad. “No es válido el argumento de regularizar lo que existe porque también existe el asesinato…no significa que sea bueno”, manifestó.

El Código de las Familias y la comunidad LGTB tiene una poderosa defensora en la diputada Mariela Castro, hija del expresidente Raúl y directora del Centro de Educación Sexual, que en las últimas décadas impulsó políticas de inclusión y respeto a la diversidad.

Desde la perspectiva institucional, las autoridades se esfuerzan en desalentar pasiones insistiendo que la lógica religiosa no debe impedir la normatividad jurídica que aplicará a 11 millones de cubanos, creyentes o no.

“Estamos proponiendo un nuevo Código de las Familias, con todas las instituciones del derecho familiar”, dijo en declaraciones a AP, el Ministro de Justicia Oscar Silveira Martínez. “El Código no construye realidades sociales, procura prever soluciones jurídicas, amparo a esas realidades sociales que existen”.