BBC Mundo
BOGOTÁ. El gobierno colombiano anunció este viernes que recibirá temporalmente a un grupo de ciudadanos de Afganistán que huyen después de que los talibanes asumieron el poder, mientras obtienen autorización para ingresar a Estados Unidos, anunció el presidente Iván Duque, que no especificó la cifra.
Algunos medios aseguran que serían hasta 4,000 personas.
Debido a la rápida e inesperada toma de poder por parte de los talibanes, Estados Unidos enfrenta problemas para evacuar de Afganistán a todas las personas que buscar abandonar el país por temor.
«Colombia también se une al grupo de países aliados que va a ofrecer apoyo a los Estados Unidos para aquellas personas nacionales de Afganistán que le prestaron ayuda a los EstadosUnidos por años y que están en proceso de hacer un registro y un traslado migratorio a ese país, para que estén en Colombia temporalmente», dijo Duque.
El mandatario aseguró que Washington pagará todos los costos de la atención de estas personas en Colombia y agilizará los trámites para que lleguen rápidamente a Estados Unidos aregularizar su situación migratoria.
Más de 18,000 personas han sido evacuadas de Kabul desde que los talibanes tomaron la capital de Afganistán, informó el viernes un oficial de la OTAN, pero los gobiernos occidentalesenfrentan críticas por no anticipar la fuerza del éxodo y no haber prestado la ayuda suficiente.
Miles de personas, desesperadas por huir del país, siguen abarrotando el aeropuerto.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, prometió que todos los estadounidenses que quieran serán evacuados de Afganistán.
«Colombia es un gran amigo de Estados Unidos y le agradecemos que haya respondido a la llamada para proporcionar apoyo humanitario a los ciudadanos afganos que trabajaron connosotros para difundir la democracia y la libertad en una región donde esos valores fundamentales, apreciados por nuestros dos países, escasean», dijo el embajador de Estados Unidos en Colombia, Philip Goldberg.
Colombia, un país poco acostumbrado a recibir migrantes, se convirtió en los últimos años en el refugio de más de 1,8 millones de venezolanos que abandonaron el país vecino huyendo de la crisis política, económica y social.