La madrugada del pasado lunes 22 de enero de 2024, en la aldea de Liangshui, de la provincia de Yunnan, China, ocurrió un deslizamiento de tierra, que hasta este miércoles ha cobrado la vida de 34 personas, mientras diez se encuentran desaparecidas.
Este hecho afectó a 18 viviendas ubicadas entre dos montañas, a pesar que los rescatistas evacuaron a más de 500 personas.
Se asignaron de urgencia a las familias un total de 222 tiendas, 1.350 abrigos, 700 edredones, 200 camillas plegables, 200 colchones, 200 conjuntos de ropa de cama y 300 cajas de ayuda.
Cabe mencionar que, las temperaturas en la zona se sitúan por debajo de los cero grados.
Asimismo, el presidente chino, Xi Jinping, pidió a los equipos de socorro «hacer todo lo posible para limitar el número de víctimas».