PUNTA CANA. Hace poco menos de un año, la señora Ingrid Rivera compraba la comida diaria para sus cuatro hijos con 400 pesos. Hoy, esa cifra se ha incrementado al doble, pues debe disponer de 800 pesos para poder adquirir esos mismos alimentos.
Rivera, quien no tiene un empleo producto de la crisis de salud y económica ocasionada por la pandemia del coronavirus, se ha visto forzada a poner un pequeño puesto de venta de almuerzos en uno de los sectores más deprimidos de la zona turística de Verón-Punta Cana, Villa La Fe.
Las alzas que han experimentado en los últimos meses los insumos básicos de la canasta familiar ha trastornado la vida de los dominicanos que sobreviven con el día a día. Muchos, con trabajos informales y otros con los empleos que han logrado salvar luego de que importantes empresas y diversos sectores de la economía nacional iniciaran un proceso de despidos masivos en medio de la pandemia del coivid-19.
Los colmados, principales proveedores de los alimentos que a diario las familias dominicanas llevan a las mesas en los sectores más empobrecidos del país, venden hoy la libra de arroz entre 30 y 40 pesos; la libra de pollo entre 70 y 80 pesos; el pote de aceite de una libra, 100 pesos; el pan a 10 pesos y la funda de este mismo alimento a 120 pesos; los huevos, a 7 pesos o a dos por 15 pesos; la libra de salami oscila entre 120 y 200 pesos, dependiendo de la marca, y los espaguetis de 35 a 40 pesos la libra.
INFLACIÓN ACUMULADA
El Banco Central de la República Dominicana (BCRD) informó que la variación mensual del índice de precios al consumidor (IPC), fue de 0.65 % en mayo de 2021, colocando la inflación acumulada de los primeros cinco meses del año (enero-mayo) en 3.36 %.
El índice de precios al consumidor, que no es más que un indicador económico que mide la variación conjunta mensual de los precios de una canasta de bienes y servicios del consumo de los hogares de un país, subió de 0.41 en abril a 0.65 en mayo.
Los grupos de mayor aporte al crecimiento del IPC de mayo de 2021 fueron Transporte (1.48%); Alimentos y Bebidas No Alcohólicas (0.76%); Bienes y Servicios Diversos (0.60%); Restaurantes y Hoteles (0.57%); además del grupo Muebles y Artículos para el Hogar (0.50%)
Según reflejan las cifras, de un mes a otro se dio un constante crecimiento en los precios de esos productos y servicios que se toman en cuenta para determinar este indicador del IPC. Cabe destacar que en el caso de la República Dominicana los precios que se usan para determinar el IPC son los alimentos, bebidas, cigarros, ropa, calzado, vivienda, agua, electricidad, enceres del hogar, atenciones médicas, entre otros.
La inflación acumulada en los primeros cinco meses del 2021 está en 3.36 por ciento, pero en los primeros cinco meses del 2020 era de -1.25. Esto indica o supone en términos comparativos, en el mismo periodo de tiempo, una inflación de 4.61 por ciento.
Las cifras ofrecidas por el Banco Central señalan que las variaciones de precios de los bienes y servicios ha reducido la capacidad de compra de las personas, y esto se ve reflejado de forma negativa. En el último año la capacidad de compra de la población se redujo en un 9.26 por ciento.
Según el mismo Banco Central la variación de 0.76% en el IPC del grupo Alimentos y Bebidas No Alcohólicas obedece en mayor medida a los incrementos de precios del arroz (2.10%), aceite de soya (6.21%), aguacates (15.46%), pollo fresco (0.92%), huevos (1.91%), carne de res (0.17%), ajíes (5.02%), agua purificada (0.83%) y naranjas (7.53%), mientras que otros bienes alimenticios registraron disminuciones en los precios tales como: limones agrios (-18.37%), plátanos verdes (-2.13%), chinolas (-17.76%), papas (-2.87%) y ajo (-3.41%).
A TOMAR EN CUENTA
Actualmente el país atraviesa una de las peores crisis en los últimos años, pues la pandemia del coronavirus ha provocado aumentos significativos en los precios de bienes y servicios. Esto hace que la población se encuentre dividida en dos sectores: por un lado están los empleados, ya sea públicos o privados, que sus salarios se han despreciado mientras los precios de los productos y servicios han aumentado de forma considerable.
En otro plano están las personas que han perdido sus empleos o que en definitiva no tienen un sustento definido, pero que de igual forma se enfrentan a las alzas de los precios.
En las últimas semanas en el país se discute la necesidad de un aumento salarial. A finales de este mes debía iniciarse el debate para el aumento del salario mínimo del sector privado no sectorizado.
Hace un mes las centrales sindicales, representadas por la Confederación Nacional de Unidad Sindical CNUS, la Confederación Autónoma Sindical Clasista (Casc), la Confederación Nacional de Trabajadores Dominicanos (CNTD) pidieron un aumento salarial de 40%.
Ante esto Pedro Brache, presidente del Consejo Nacional de la Empresa Privada (Conep), dijo que primero se debe equilibrar la economía nacional, antes que aprobar cualquier solicitud de un aumento salarial. Argumentó que debe existir una armonía entre el empleo y el salario para que un aumento salarial no genere más desempleo en el país.
¿QUÉ HACE SUBIR LOS ALIMENTOS?
Recientemente, el presidente Luis Abinader se reunió con varios ministros y representantes de los sectores que convergen en la economía dominicana para adoptar medidas que pudieran frenar las alzas en los productos de consumo masivo.
Según lo planteado en esa reunión, que a la vez sirvió para firmar un acuerdo de colaboración con el fin de buscar posibles soluciones al tema, se señaló como causante de los altos precios en los insumos al fenómeno global desencadenado por el aumento de la demanda de las materias primas.
Abinader también indicó que otro causante de las alzas es la disrupción de la cadena logística causada por la pandemia y el elevado coste de los combustibles producto de la reactivación económica.
Refirió que las condiciones climatológicas adversas y la fuerte demanda mundial han provocado que productos agrícolas como el maíz, el trigo y la soya experimenten incrementos históricos en sus precios. Cabe destacar que las mesas de trabajo que se conformaron ese día deberán presentar al Gobierno una propuesta con las primeras recomendaciones en diez días.