HIGÜEY. (Carolina Pérez/Especial para El Tiempo) A pesar de que el presidente Luis Abinader informó que entre agosto de 2021 y agosto de este año, los casos de atracos y hurtos han descendido a un 10% y los arrebatos a un 20%, la realidad en Higüey es muy distinta, ya que en este pueblo esos actos delictivos son permanentes.
La inseguridad predomina en varios lugares de la ciudad de Higüey, por el aumento de robos y atracos a mano armada, experimentando la violencia en su máximo esplendor. La inseguridad en un alto porcentaje es mayor en mujeres. Un ejemplo de ello fue el robo a la periodista Shaddai Eves, quién durante un viaje familiar en la zona Este visitó el majestuoso templo de la virgen La Altagracia. Al abordar sus vehículos, se percataron que trozos de las bisagras de las puertas estaban en el suelo. Entonces denunciaron el robo.
Por su lado, Paloma Lachapell, residente del sector Sajour, fue víctima de robo a mano armada. Dijo que salió de su casa a ejercitarse y no se percató que venía una moto con dos jóvenes, quienes la interceptaron y le arrancaron su mochila y su celular, sacando un arma blanca. Los jóvenes emprendieron la huida, dejando a la joven en shock.
Del mismo modo, Marlene Ávila, residente del sector Mamá Tingó, calle 12 de Octubre, dice que dos jóvenes entraron a su casa por el balcón, y le robaron muebles, cuadros y adornos. Aseguró que se cansó de llamar a la Policía y esta nunca llegó.
El Tiempo realizó solicitud de las estadísticas de denuncias de robos, atracos y actos delictivos en la Policía de Higüey, pero los responsables del departamento no ofrecieron ninguna información.
La Policía de esta ciudad tampoco quiso hablar de la ola de asaltos y robos que perturba a los ciudadanos en Higüey.
