Rossanna Figueroa
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Puerto Plata. Luego de sufrir una caÃda que muchos pensaron serÃa irrecuperable, cargar con la amarga experiencia de pérdidas de activos financieros, infraestructuras hoteleras y casi un tercio de los turistas que recibÃa hace alrededor de 15 años, la sociedad de Puerto Plata tiene una visión madura sobre el compromiso de mantener una postura propositiva frente a una industria tan sensible como es el turismo. Los sectores público, privado y la sociedad civil tuvieron que aceptar las causas que llevaron a Puerto Plata a casi desaparecer como polo turÃstico, dejar de buscar â??culpables favoritosâ? y unificar criterios en torno a discusiones que resultaran en favor de resolver los problemas endó- genos y exógenos que se conjugaron y que dieron al traste con la â??cuasiâ? destrucción del que otrora fuera â??La Novia del Atlánticoâ?. Ahora, cuando los números comienzan a ponerse azules y que las perspectivas son de recuperación, los diferentes actores del sector turismo de Puerto Plata no esconden los por qué llegaron a tocar fondo, comparten la amarga experiencia, las estrategias de recuperación y hacen las recomendaciones para que otros polos turÃsticos del destino República Dominicana se vean en ese espejo, y eviten los entuertos que tantos años les ha costado enderezar. Al analizar la situación que en estos momentos atraviesa el Distrito Municipal Verón-Punta Cana, que posee una de las más hermosas franjas de costa en el mundo, y que es escenario de múltiples dificultades que podrÃan afectar la imagen del destino a nivel internacional, BávaroNews se trasladó a Puerto Plata para exponer en voz de los diversos sectores las causas que llevaron a ese destino a pasar un â??charcoâ? que dejó pérdidas multimillonarias, y el temor de dos importantes segmentos del sector internacional: inversionistas y turistas.
EJEMPLO PARA EL SECTOR
Al conversar con los principales actores del sector turismo en Puerto Plata, se obtiene una visión clara de lo que ocurrió y el esfuerzo que han tenido que poner para comenzar a recuperar ese polo turÃstico. â??Creo que Puerto Plata puede ser ejemplo de dos cosas: de cómo se cae un destino y cómo se puede levantarâ?, expresa Sixto Peralta, presidente de la Cámara de Comercio de esa provincia norteña. Y a seguidas hace la siguiente reflexión: â??Las causas por las que el destino turÃstico cayó se pueden estar repitiendo en otros puntos del comendación es que abran los ojos, para que no tengan que esperar 15 años o más, si acaso, porque hay destinos que nunca se han levantadoâ?, sentencia.
UNA CIUDAD DISTINTA
Otro actor que se animó a conversar con BávaroNews fue el médico y empresario José Natalio Redondo, presidente de la Asociación de Hoteles, Restaurantes y Empresas TurÃsticas del Norte (Ashonorte). â??Para mi generación se convirtió en algo de responsabilidad generacional, pues donde quiera que llegábamos nos decÃan que habÃamos dejado caer a Puerto Plata; que la generación anterior nos habÃa entregado el destino en buen estadoâ?, explica. Y es que dice que aunque un poco tarde y con un concierto de razonamiento, esa misma generación cuestionada ha logrado colectivizar las acciones. â??Ahora te encuentras con una ciudad limpia, bonita, un Ayuntamiento que está haciendo su trabajo, aunque quisiéramos que haga más; un sector público liderado con funcionarios que hoy, como el Ministerio de Turismo, comparte tus ideas, que cuando la mayorÃa no está de acuerdo con él, cambia su forma de pensar en torno a la colectividadâ?, indica. Agrega que â??el Puerto Plata de hoy es mucho más maduro que el de antes, de cara a lo que es la sociedad y la economÃa. Creo que es más sostenible que otros destinos, porque la madurez es colectiva; ya no prevalece el protagonismo tradicional. Hay un visión colectivaâ?.
â??LABORATORIOâ? DEL PAÃSâ?
Para Roberto Casoni, presidente del Clúster TurÃstico de Puerto Plata, en el perÃodo 2000-2001 a ese polo llegaba casi un millón de turistas, pero confiesa que los que estaban trabajando en el sector no percibÃan que el destino estaba vulnerable. â??Es un destino con ciudad, pueblo, montaña. No habÃa una percepción de destino, pues se pensaba que sólo era hotelâ?, dice al hacer una retrospectiva. Aunque reconoce el problema; Casoni, un italiano considerado hijo de Puerto Plata, porque allà se ha radicado desde hace más de 30 años, cuestiona lo siguiente: â??Uno no puede vivir en la luna. AquÃ, por muchos años, se ha pensado que el problema del turismo del paÃs estuvo en Puerto Plata. Eso se quedó en la idiosincrasia nacional; nos veÃan como la oveja mala de la familiaâ?. Para este empresario, Puerto Plata ha sido el â??laboratorioâ? del paÃs. â??Fuimos el primer polo turÃstico y, por ende, los primeros en cometer errores. Ojalá que esto no ocurra en ningún otro destino el paÃs, y ojalá podamos ayudar a prevenir, como es el caso de Bávaro, en donde mucha de la empleomanÃa es de Puerto Plata, que saben lo que vivieron durante los problemas que hubo aquÃ. Ellos saben dónde se cometieron los erroresâ?. Casoni recomienda que a pesar del esplendor que exhibe Bávaro como destino, â??lo importante es que se haga una acción público-privado, para que se empiece a corregir los erroresâ?.
UN CRECIMIENTO INESPERADO
Julio Almonte, viceministro de Turismo para Puerto Plata y la Región Norte, recuerda que esa ciudad fue declarada como el primer polo turÃstico del paÃs. Cuenta que en 1971 comenzó su â??boomâ?? con los cruceros y luego el crecimiento de las carreteras e infraestructuras en zonas como Sosúa, Cofresà y Costambar. â??A partir de los 80, inicia el crecimiento de los hoteles. Fue un crecimiento inesperado; vino el crecimiento inmobiliario, pero no tuvimos preparados; no protegimos la inversión, y por eso, en el 91â??, se marchan los cruceros de Puerto Plataâ?, manifiesta Almonte. A raÃz de la salida de los cruceros, comenzó a desarrollarse el â??todo incluidoâ?, lo que a su juicio no fue bien asimilado por los hoteles, porque tuvo un efecto de que no todas las propiedades lo adaptaron al servicio. â??A medidas que Puerto Plata iba desgastándose, en la misma proporción iba creciendo Bávaro-Punta Cana. Luego de todos esos años, del 80â?? al 90â??, del 90â?? al 2000 y en adelante, luego de nosotros haber recibido casi 800 mil turistas vÃa aérea, Puerto Plata descendió a unos 300 mil turistas vÃa aéreaâ?, indica. Y es mucho más profunda su reflexión: â??Surgen muchos factores, como es el tema de la innovación del sector turÃstico; mientras Punta Cana-Bávaro seguÃa innovando con modernos hoteles, con arquitecturas innovadoras, diseños modernos, Puerto Plata se quedó rezagado. En todo este tiempo, cada quien pensaba en sus propios problemas; cada quién pensaba en sus preocupacionesâ?. A raÃz de toda la experiencia y siendo testigo de cómo hoteleros de Puerto Plata tuvieron que irse para Bávaro y Punta Cana, como fue su caso, ya que trabajó en dos cadenas hoteleras por espacio de siete años, dice que tanto a él como los demás actores del turismo de su ciudad les surgió la necesidad de afincar los pies y asumir el relanzamiento que ameritaba Puerto Plata, â??aunque nadie lo creÃaâ?. Aún con sabor a retama, Almonte emite un alerta interesante: â??Una cosa que resalto es que lo que se dio en Puerto Plata no deberÃa repetirse en ningún otro destino del paÃsâ?.