Nacido el 9 de noviembre de 1914 en San Pedro de Macorís, República Dominicana, Luis Amiama Tió emergió como una figura clave en la historia política de su país.
Proveniente de una familia modesta, perdió a su padre a una edad temprana y fue su madre quien, con esfuerzo, se encargó de su crianza y educación.
Desde sus primeros años, Amiama incursionó en la agricultura y el comercio, labrando su camino hacia el éxito. Su destino dio un giro significativo cuando asumió el rol de secretario particular de Virgilio Trujillo, hermano del dictador Rafael Trujillo Molina.
Esta posición lo catapultó al ámbito oficial, siendo designado en 1952 como presidente administrativo del Distrito Nacional, función que equivalía a la alcaldía de la capital, Santo Domingo.
A pesar de enfrentar adversidades debido a las tensiones entre los hermanos Trujillo, Amiama logró mantener su influencia en el régimen. Rechazó ofertas para ocupar la Secretaría de Obras Públicas, optando por dedicarse por completo a su empresa de transporte de carga, La Cigüeña.
Sin embargo, su papel más destacado surgió en el contexto de la conspiración para derrocar a Trujillo. Se le encomendó la crucial tarea de asegurar el apoyo del general José René Román Fernández, secretario de Estado de las Fuerzas Armadas, con la visión de establecer una junta cívico-militar tras la caída del dictador y organizar elecciones democráticas en 1962.
El 30 de mayo de 1961, en una operación audaz, Amiama y sus compañeros llevaron a cabo el asesinato de Trujillo en una emboscada. A pesar de la persecución implacable del Servicio de Inteligencia Militar (SIM), logró evadir la captura y mantenerse oculto durante casi seis meses.
Su valentía y determinación durante aquel período tumultuoso no pasaron desapercibidas. El presidente Joaquín Balaguer le otorgó el grado de general del Ejército, junto a Antonio Imbert Barrera, otro implicado en el ajusticiamiento, como medida de protección contra posibles represalias.
Amiama continuó desempeñando roles importantes en el gobierno de Balaguer, sirviendo como secretario de Estado sin Cartera y luego como titular de Interior y Policía. En 1974, fundó el Partido Liberal Evolucionista, dejando así una marca perdurable en la política dominicana.
Su legado perdura más allá de su fallecimiento en Estados Unidos, en 1980, como un símbolo de coraje y compromiso con la democracia en la República Dominicana.