LA ROMANA. El instinto de sobrevivencia impregnado en el ser humano hace que por naturaleza las personas piensen en nuevas formas de conseguir su sustento, con la inversión de nuevos modelos de negocios que le permiten ofrecer un servicio y recibir a cambio una compensación económica.
Por ejemplo, en La Romana hay mujeres intrépidas y que han logrado anteponerse a las adversidades consiguiendo sus objetivos incursionando en oficios como delivery, conductora de vehículos, cafeterías, salón de belleza y otros.
Este es el caso de Hipólita Rodríguez (Pola), quien tiene más de 40 años vendiendo café, té, chocolate, arepas y otros productos que ella misma elabora. Expresa que luego de ser cancelada en el Hospital del Seguro Social, durante el gobierno de George Blanco, tuvo que dedicarse al oficio que aún hoy realiza, levantándose cada día a las 4 de la madrugada. Con ese emprendimiento pudo podido criar a tres hijos, sola. Enfatiza que le gustaría recibir del gobierno una pensión y de ser posible su casa propia para dejar de pagar alquiler.
A esta lista de mujeres emprendedoras se une Juana Muñoz, quien inició un pequeño colmado, hace 15 años y desde entonces ha podido sustentar a sus 3 hijos y ha conseguido construir su casa, esto luego de su liquidación en la zona franca. Afirma que las ganancias no son igual que antes, pero que aún consigue el dinero de resolver sus situaciones económicas del día a día.
Otro caso, es el de la señora Lourdes Ulises Mena, que tiene un negocio de venta de desayunos y comida al medio día. Este negocio lo inició hace 13 años luego de que la empresa, también de zona franca, en que laboraba decidió liquidarla. Sostiene que en los últimos años el negocio no le renta lo suficiente porque las mercancías y productos están muy caros, pero que a pesar de eso puede cubrir ciertos compromisos con ayuda de su esposo.