SAN PEDRO DE MACORÍS. Recorrer algunos sectores de la ciudad de San Pedro de Macorís, en especial los fines de semana, se ha convertido en algo sumamente peligroso.
Esto así, por la modalidad de muchos centros de expendio de bebidas alcohólicas que, al no disponer del espacio físico para alojar a sus visitantes, ocupan las aceras para colocar mesas y sillas, y parte de las calle para estacionar los vehículos de sus clientes.
De esta manera, los dueños de esos negocios dejan un espacio muy reducido para la circulación de automóviles y personas. En varias ocasiones esta problemática ha provocado inconvenientes con conductores de vehículos, ya que la aglomeración de personas en la vía impide el libre tránsito de quienes tienen que movilizarse por donde se encuentran ubicados esos centros de diversión.
La calle prolongación Rolando Martínez, en su intersección con la Francisco Alberto Caamaño, es un vivo ejemplo del caos que se produce cada fin de semana. En ese lugar, dos establecimientos de diversión, un colmadon y una cafetería, se adueñan de todo el espacio destinado para el paso peatonal, como son las aceras.
Una situación similar se vive cada fin de semana en la prolongación In[1]dependencia o calle Las Mellizas del ingenio Porvenir. Allí, las motocicletas, pasolas y demás vehículos de quienes acuden a dos colmadones que están en las proximidades del liceo Gastón Fernando Deligne, ocupan gran parte del área.
En ese negocio se han producido enfrentamientos por roces de vehículos, debido a la estrechez del espacio, originándose acaloradas discusiones entre conductores y personas que acuden a esos establecimientos.
“Mire la situación aquí en el sector Las Flores es tan preocupante que no es solo que ocupan la calle completa y no nos dejan pasar, también es la música que todavía en la madrugada da nadie puede dormir”, dijo Rosanny Ubiera, quien visita con frecuencia unos familiares que residen en la calle 21 de Enero del referido sector.
Sostuvo que allí se apuestan esos jóvenes con vehículos con música potente, y que no le dejan dormir, debido al escándalo que producen. Dijo que esa práctica lleva varios meses, y que han acudido a las autoridades policiales para poner la denuncia, pero aún no resuelven el problema.
En tanto que Gabriel Carmona, quien vive en el barrio Restauración, próximo a uno de los centros de diversión, manifestó que no sabe cómo en ese lugar no se ha producido una desgracia, ya que ha sido testigo de personas que van en su vehículo y han tenido que sacar arma de fuego para que les permitan pasar.
Carmona pidió a las autoridades provinciales, Alcaldía, Gobernación, Policía Nacional y Medio Ambiente, tratar esa problemática, “porque en cualquier momento se puede producir una desgracia que tengamos todos que lamentar, por no prestarle atención a tiempo a un problema que está a la vista de todos”.
Ante esa situación, El Tiempo consultó al encargado del departamento de Tránsito y Espacios Públicos del Ayuntamiento del municipio de San Pedro de Macorís, Ray Ramírez, quien sostuvo que esos establecimientos no disponen de permisos para ocupar las aceras y calles.
Explicó que cuando un representante de un establecimiento se acerca a la Alcaldía con una solicitud de permiso, se agota un proceso y se le comunica a distintas instituciones, como son Policía Nacional, la Dirección General de Seguridad y Tránsito Terrestre (Digesett), Medio Ambiente y los Bomberos. Pero señala que son permisos puntuales y no recurrentes.
Dijo que en esos casos de obstrucción de la vía, la Policía Nacional es quien tiene que velar para que personas o establecimientos sin autorización de las autoridades puedan cerrar una vía. Por esta razón, expresó que en los casos donde no hay un permiso la Policía lo que tiene que usar es la fuerza pública, como establece la ley.
Ramírez sostuvo además que coordinará una reunión con el nuevo general Orison Olivence Minaya, director de la Policía en San Pedro de Macorís, para ponerlo al tanto del grave problema que ocasionan esos centros a la población, que afirma tiene derecho al libre tránsito.
El encargado de Comunicación Estratégica de la Dirección Regional Sureste de la Policía Nacional, capitán Julio Santana, expresó que con frecuencia los miembros de la institución realizan intervenciones en esos lugares.
“Nosotros, como Policía Nacional, a través del departamento Antiruidos, acabamos de ocupar varias bocinas, por contaminación sónica y sillas que estaban colocadas en las aceras obstruyendo el paso de la gente”, señaló Santana.
Dijo que el general Orison Olivence Minaya, desde que llegó a esta regional, fue enterado de la situación que se vive en distintos sectores con esos centros de diversión, por lo que asegura se mantendrá realizando acciones para llevar la tranquilidad a la población petromacorisana.
El vocero policial manifestó que las instrucciones que se les han dado es que primero hablen de manera amable con las personas responsables de ocupar los espacios, para que retiren de la vía todo objeto que pueda ser un obstáculo para que el peatón se pueda desplazar. Sin embargo, subraya que si los infractores no obtemperan de esa forma, entonces se usa la fuerza pública, como se hizo la pasada semana, cuando en varias intervenciones fueron incautadas bocinas, ‘kitipos’, trampas de bajo, mesas, sillas, objetos estos que eran un estorbo para la población desplazarse libremente.
El problema de obstrucción de vías por negocios de expendio de bebidas alcohólicas no es exclusivo del municipio cabecera. Las quejas también se hacen sentir en el municipio Consuelo, donde en plena calle Isidro Barros, que es la vía principal de ese poblado, los negocios colocan mesas y sillas en plena vía para recibir a sus visitantes.