EL SEIBO. La aprobación en primera lectura de las corridas de toros seibanas como patrimonio inmaterial de la República Dominicana, reavivó el debate entre sectores que se oponen a esta iniciativa del senador Santiago Zorrilla.
Una carta dirigida al presidente Luis Abinader y la Cámara de Diputados colocó leña al fuego nuevamente. El proyecto sigue en el pleno a esperas de que se apruebe o no en segunda lectura para luego pasar al Senado. Estas tradiciones, no solo dividen a grupos de la sociedad seibana, sino a nivel nacional, e incluso, traspasa las fronteras dominicanas con condenatorias al uso de animales, y férreas defensas de una tradición centenaria.
CIENTOS DE AÑOS
Estas famosas corridas, que congregan a espectadores de todo el país, se realizan durante 10 días cada mes de mayo, en las fiestas patronales del pueblo. Cabe destacar que son las únicas en Las Antillas, de estilo portugués, pero de herencia española.
Existen desde hace más de 200 años y hasta la fecha se mantiene en el gusto de miles de seibanos lugareños y ausentes que visitan su pueblo para ser testigos de las tardes taurinas de mayo. Las corridas son organizadas por la Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz, y se exhiben animales que cede el Central Romana. Previo a las lidias, también se efectúan corridas de sillas, sortijas y otros.
En ellas no se sacrifica al animal, se barbea hasta que se cansa, sacándoles partidas y se da paso al tradicional y jocoso momento de “los tígueres”, que consiste en la introducción de jóvenes seibanos al redondel con el último toro del día. Aunque no siempre algunos salgan ilesos frente al animal. Por día, cerca de cinco toros salen a redondel.
¿MALTRATO ANIMAL?
Para Alexandra Morillo, del Patronato Protección Medio Ambiente y Animales, el argumento de que no se les hace daño a los toros es completamente falso. Manifestó que este tipo de práctica se concibe como una tradición, sin embargo, resaltó que no todas las tradiciones son buenas. Consideró tampoco es cultura, porque recrea un comportamiento agresivo.
“Las emociones de los jóvenes se exacerban, hay venta de licor y muchas veces termina gente lastimada. Entonces, es una práctica en la que se incentivan otras alrededor de eso, que no tiene nada que ver con las buenas costumbres, y definitivamente no califica para patrimonio. Es muy fácil hablar por el animal y decir que los cuidan”, señaló.
Explicó que el toro no es un animal para ser perseguido porque se estresa. Relató que el proyecto de Ley que plantea se reconozcan estas lidias como patrimonio inmaterial de la República Dominica incumple la Ley 248-12 Sobre Protección Animal y Tenencia Responsable. Además, que los planos de la Plaza Taurina están diseñados para corridas violentas como en otros países.
Señaló que hay muchas necesidades y demandas prioritarias en El Seibo que sí necesitan atención, como un matadero municipal y el hospital provincial. Sumándose a esto la creación de estrategias que impulsen la ganadería y la agroindustria.
¿POR QUÉ IDENTIDAD SEIBANA?
Firo Sarnelis, quien es miembro de la Hermandad de Fervorosos de la Santísima Cruz, alegó que aquí no cabe una defensa en pro de los animales, porque no ocurren maltratos suscitados en otras regiones del mundo.
La encargada del Ministerio de Cultura en esta localidad, Solandia Guzmán, cree que las corridas de toros en esta comunidad son una de las tradiciones más significativas del pueblo seibano, y constituyen un evento no visto en todo el Caribe. Indicó que cada año una gran cantidad de personas del extranjero y del país se reúnen para disfrutar de este deporte.
Acotó que estas son el alma de las fiestas patronales y que de ser quitadas, estarían cercenando una de las culturas más viejas y atractivas, porque las mismas colocan a esta provincia en el mapa público.
El ingeniero José Rijo, animador por más de una década de las corridas, manifestó que hay mucha confusión y defendió el estilo en que se realizan. Alertó a que haya una difusión masiva sobre la temática que utilizan los seibanos, para evitar tergiversaciones. Motivó a que el Ayuntamiento Municipal haga una declaratoria como patrimonio material cultural seibano.
El gestor cultural Juan Pradio, afirmó que sí existe un valor cultural, porque tiene unas especificaciones que no las tienen las demás corridas de otros países como España o México. Apuntó son folclóricas, no se hacen a modo profesional y son la distinción principal de la seibanidad junto con el mabí. “Es participativo de todo el mundo y nunca un toro ha matado a nadie. Es nuestra cultura”, enfatizó.
