viernes, octubre 11, 2024
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Contaminación de ríos Seibo y Soco mantienen bajo alerta a munícipes 

EL SEIBO. “Esa cañada recoge varios sépticos, y cuando llueve las heces fecales manan, yendo directo al río. Se enferman mucho los niños de aquí. La tubería descarga allá y así hay muchas en toda la rivera, parando la contaminación en los charcos”. Así se manifiesta Juan Félix, quien vive en el sector de Ginandiana, uno de los cinco barrios colindantes con los ríos Soco y Seibo. 

Dichos ríos experimentan una contaminación constante desde hace más de 20 años, a pesar de que son las fuentes acuíferas de mayor importancia en esta provincia de El Seibo, y abastecen de agua a la población seibana. Félix testifica que suelen enfermarse mucho de alergias en la piel, y cuando llueve los registros se tapan, empeorando la situación. 

Pero Félix no es el único testigo que palpa el día a día en medio de esta insalubridad, en Canta Maco, a orillas del río, también se ven afectados. Allí Manolo Silvestre tiene toda su vida viviendo en el área, y cuenta que para bañarse deben moverse río arriba. Expone que alrededor de cuatro cañadas desembocan en el afluente. “Ni bañarse ni coger una cubeta de agua porque ahora mismo no está llegando a la llave”, dice.

Y es que no es raro encontrarse con aguas residuales esparcidas por aceras y calles de algún sector de este municipio cabecera de Santa Cruz. En medio de esto están los residentes con la desesperación al ser perjudicados con el mal hedor y el riesgo de contraer alguna enfermedad. 

La peor parte se las llevan los afluentes de aquí, puesto que, dichas aguas residuales son vertidas directamente al río Seibo, generando una amplia estela de contaminación. Son varias las cloacas y cañadas vertidas, pese a eso, personas que viven cercanas al río Soco, precisamente en el área denominada Piedra Redonda, usan y se bañan en esas aguas. 

Los barrios más importantes y populosos de la ciudad están en las cercanías del río, es por eso que se esparcen desechos sólidos y aguas residuales al mismo. Los afluentes bordean a los sectores de Capotillo, Ginandiana, La Manicera, San Martín, Canta Maco, El Matadero y otros. Las aguas de los afluentes se distinguen por su color verdoso y negro, y por el hedor de las mismas en distintos puntos de estos. De modo que el vivir a orilla del río provoca daños a la salud del pueblo, pues no hay dónde conectar las tuberías de los baños. 

UNA POBLACIÓN ENFERMA 

El grado de contaminación es evidente, puesto que no hay registro sanitario, y las casas descargan la materia fecal sin ningún control. Para el médico Miguel Ángel Peralta, la contaminación del río Seibo es multifactorial. “Al no contar con un sistema de alcantarillado sanitario, la población está expuesta a muchos riesgos e infecciones repetitivas, tanto gastrointestinales como de la piel. No tienen sistema, pero sí alcantarillas y conexiones yendo al río. Toneladas de heces fecales caen ahí, y las tuberías se rompen, y cañadas fungen como sanitarios”, expone. 

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El galeno sostiene que la falta de una planta de tratamiento es la desencadenante de que esto suceda, así como la ubicación del matadero en las cercanías del río. Sostuvo que, debido a la presencia de heces fecales, podría producirse una epidemia de cólera y bacterias. Explica que solo el hecho de tomar un baño con alguna laceración en la piel, podría generar bacterias y enfermedades como leptospirosis, dermalitis, piodermitis, forliculosis, sarna y la ingestión del agua causa enfermedades gastrointestinales, amebiasis, incluso hepatitis. 

“Hay una variedad de padecimientos que se pueden contraer, desde la piel y el aparato digestivo hasta la vista. Daños a largo plazo como enfermedades crónicas y muchos desnutridos. Muchas licencias de trabajo que afectarán la producción social. Es importante que el río se saneé porque está contaminado en toda su trayectoria y que funcione con plantas de tratamiento, así tendremos una población sana. El grupo poblacional más afectado es el más pobre”, asevera el doctor Peralta. 

Parte del río en Ginandiana.

¿QUÉ SE PRETENDE A HACER? 

Hace varias semanas el director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), Wellington Arnaud, anunció el inicio de los trabajos de reubicación de la colectora del alcantarillado sanitario del municipio, con una inversión de RD$80,000,000. El funcionario adelantó que, con este proyecto se recolectarán todas las aguas residuales del municipio y serán dirigidas hacia la planta de tratamiento rehabilitada. 

El director regional de Inapa, Lenin Carpio, exterioriza que, desde la visita de Arnaud en esta provincia, donde hizo el referido anuncio, se empezó el proceso de licitación de la obra, misma que será una línea colectora que abordará a sectores del municipio ubicados en la rivera. “Lo que pretende esto es agrupar o recoger todas las aguas residuales que van de forma directa al río Seibo por estar a orillas de río, sobre todo, los ubicados debajo de la toma de agua. Los que están más arriba, como Ginandiana, ahí hay un problema delicado”, asegura. 

Apunta que hay proyectos para empezar desde arriba y colectar todas las aguas de cañadas que mandan aguas residuales, reestructurando todos los registros con la meta de llevar toda el agua residual de El Seibo a la planta de tratamiento que, según Carpio entrará funcionando en los próximos meses, y así evitar que continúe la contaminación. 

“La idea no es solo llevar agua sino también saneamiento y esto pueda reflejarse en la salud de la gente. Lo que sigue luego de la línea, es la planta y eso nos permitirá conectar toda el agua, siendo vertida al río de forma saneada ya”, declara. 

DOBLE GASTO, SISTEMA DESORGANIZADO 

Para el ingeniero José Rijo, el principal problema que enfrenta el proyecto de saneamiento es que, el Gobierno inició un programa de asfalto sin haber incluido el sistema cloacal o disposición de aguas servidas de los hogares, lo que conllevaría a grandes gastos, porque habrá que destruir el asfalto y colocar las tuberías de disposición de agua final, por lo cual, considera el sistema es desorganizado. 

“Lo primero que debió haberse incluido era el sistema cloacal de aguas residuales y disposición final de planta de tratamiento que tampoco se está trabajando en ella. Eso debe sopesarse, porque antes de la soltura ambiental de los ríos, debería trabajarse en el sistema cloacal de la población. Hay muchos barrios que no tienen este sistema y, lógicamente, todos esos desechos van a los ríos. El problema cabecero es que los hogares no tienen dónde disponer las aguas servidas”, narra el ingeniero. 

A esto añade que, la última disposición que se hizo fue entre los años 1978 y 1986, por lo cual la población seibana desde entonces creció considerablemente. Rijo entiende que lo último a realizarse debería ser el saneamiento de los afluentes. Entiende que, poner en condiciones ambientales óptimas a los ríos Soco y Seibo es de gran importancia, pero antes convendría incluirse a dónde irán los residuos residenciales, ya que la descontaminación de los afluentes solo sería momentáneamente, y a los pocos meses volvería la situación anterior. 

Jeni Polanco
Jeni Polanco
Periodista egresada de la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD), con Diplomado en Periodismo de Investigación. Locutora y conductora de TV.