La precariedad del sistema de salud en República Dominicana es un tema preocupante y con altos niveles de complejidad, porque a pesar de los esfuerzos realizados aun presenta fallas importantes en términos de acceso, calidad y eficiencia.
Una de las principales problemáticas que enfrenta el sistema de salud dominicano es la falta de recursos, lo que se pone de manifiesto en las quejas de los pacientes que acuden diariamente a los hospitales.
El gasto en salud es muy inferior cuando se compara con el presupuesto que dedican otros
países de la región a ese sector. Y gran parte de esos recursos desestiman la inversión en atención primaria y prevención de enfermedades.
Además, el sistema de salud enfrenta serios desafíos en cuanto a la calidad de los servicios. En muchos casos, los hospitales carecen de equipamiento adecuado, personal capacitado y medicamentos esenciales.
De esta realidad inocultable se desprenden situaciones lamentables, como las muertes de decenas de niños en el hospital materno-infantil San Lorenzo de Los Minas, en la
capital.
Las deficiencias hospitalarias también se expresan en largas esperas para concretizar consultas y falta de atención médica oportuna.
Aunque el Gobierno ha aumentado el registro de afiliados al Seguro Nacional de Salud (SeNaSa) para la población sin empleos formales, la cobertura sigue siendo pírrica para el tratamiento de enfermedades de alto costo, especialmente para enfermos de escasos recursos económicos.
Por todo esto, mejorar la calidad y la accesibilidad de los servicios de salud continúa como tarea pendiente de resolver del Estado dominicano.
