Punta Cana.- No es casual que el anuncio de volver a las aulas haya avivado el debate en torno a la conveniencia o no de esta decisión, aun cuando seguimos batallando para reducir la positividad y muertes provocadas por el covid-19. Si bien es cierto que el Gobierno realiza ingentes esfuerzos para garantizar la estabilidad y la operatividad del Estado dominicano en medio de la actual crisis sanitaria, no podemos perder de vista que los riesgos de contagios de esta enfermedad siguen aún al asecho.
Y esto último nos lo recuerda a cada instante nuestras propias autoridades, al decirnos que independientemente de que recibamos las vacunas para protegernos de los efectos del covid-19, no podemos bajar la guardia. Volver a la normalidad es una aspiración ampliamente compartida, pero no depende de una decisión de carácter institucional, sino de la evolución de una enfermedad que ha matado a más de tres mil personas en nuestro país.
El ministro de Educación, Roberto Furcal, ha dicho que el Consejo Nacional de Educación aprobó el regreso gradual a clases de manera presencial, y que los protocolos consensuados aplicarán para el presente año escolar.
Aunque este funcionario fue desmentido luego por la Asociación Dominicana de Profesores (ADP), al afirmar que todavía no hay fecha para retornar a las aulas, quedan pendientes de responder algunas preguntas relacionadas con esta disposición oficial. ¿Por qué no esperar el resultado de las vacunas? ¿Qué garantías ofrece el Gobierno para que nuestros niños no se enfermen y se conviertan en foco de contagios masivos? Él tiempo dirá.
