Los intereses de un Estado definen la suma de esfuerzos multisectoriales para lograr objetivos fundamentados en la consecución y defensa del bienestar común.
Es lo que esencialmente da sentido a la política como forma de alcanzar conquistas que beneficien a la colectividad sobre la base de acciones adoptadas en espacios democráticos.
Esta filosofía de gobierno ha hecho grandes a países que lograron un alto y envidiable grado de desarrollo a través de la historia. La clave fue colocar el bien común muy por encima del egoísmo y ambiciones individuales.
Es así como se interpreta la sorpresiva decisión del presidente electo Luis Abinader, de confirmar en el cargo al gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, un servidor público de vasta experiencia en políticas monetarias y financieras en el ámbito de la Administración Pública.
Hubo quienes interpretaron esta disposición como errada, partiendo de la premisa de que en el Partido Revolucionario Moderno (PRM), agrupación que postuló a Luis Abinader como candidato presidencial, hay hombres y mujeres con la capacidad suficiente para suceder a Valdez Albizu en sus funciones.
Y los hay que entienden que se trata de una jugada del próximo jefe de Estado, de dejar al actual rector de la política monetaria hasta tanto se defina mejor el escabroso panorama económico que nos dibuja la crisis pandémica causada por el covid-19.
Los que se inclinan por esta especulación, consideran que dejando a Valdez Albizu en la conducción del Banco Central Abinader tendría tiempo para evaluar, sin presión de tiempo para colocar a su sucesor, qué tan comprometidas dejará el actual gobierno las finanzas públicas nacionales.
Fuera de cualquier valoración subjetiva, lo cierto es que con este paso Luis Abinader envía una clara señal de que es posible gobernar en un ambiente de consenso en torno a situaciones que afecten los intereses de la mayoría.
Luis hizo bien al aprovechar la veteranía de un capitán que ha navegado en aguas mansas y bravías dentro del complejo mundo que envuelve la economía de Estado.
Apoyamos esta iniciativa, porque la crisis sanitaria que nos azota obliga la conformación de un gobierno de unidad nacional.