Punta Cana.- Una práctica recurrente de la corrupción administrativa en nuestro país ha sido el odioso borrón y cuenta nueva, que con el paso de los años se convirtió en un poderoso y eficaz mecanismo para ocultar toda clase de indelicadezas en el manejo de recursos públicos. El borrón y cuenta nueva es culpable de muchos de los grandes problemas que gravitan en la sociedad dominicana, sobre todo de la agudización de la pobreza y la falta de oportunidades para un importante segmento de la sociedad dominicana.
El presidente Luis Abinader parece decidido a impulsar políticas públicas cimentadas en la creación de una nueva cultura de transparencia en la Administración Pública. Desde su instauración como jefe de Estado, en agosto del pasado año, Abinader inició un proceso de transformación institucional que ha recibido el respaldo de amplios sectores, y que pretende ser un modelo a seguir en su forma de conducir la cosa pública.
Esta actitud responsable y resuelta del primer mandatario debe manifestarse no solo en aquellos casos sonoros, por su naturaleza y actores involucrados, sino frente a todas las conductas inapropiadas advertidas en el ámbito gubernamental que ameriten ser debidamente indagadas. Decimos esto a propósito de una historia que publicamos en este semanario la semana pasada, que describe cómo al menos cinco hospitales del sistema nacional de Salud Pública en la región Este tienen deudas que superan los 340 millones de pesos.
Se trata de una denuncia bastante seria, y que por sus implicaciones merece una investigación pormenorizada. Los informes recabados por la periodista Catolin Melo, quien firma estea reportaje, señalan que estos compromisos corresponden a pagos a suplidores por concepto de insumos y medicamentos médicos, a quienes supuestamente no les honraban luego estas deudas.
Sin embargo, se desconoce si dichos pasivos están asentados en los libros contables de esos hospitales con su debida justifiación. Tampoco se sabe las razones por las que los directivos de esos centros de salud ignoraron el pago de ese dinero. Estos datos resultan básicos si se quiere hacer una pesquisa exhexhaustiva sobre el origen de estas deudas, establecer grados de responsabilidad e identificar culpables, sin los hay.