PUNTA CANA. La economía latinoamericana crecerá en 2022 un 2,4 %, según el Fondo Monetario Internacional (FMI), que rebaja en seis décimas su estimación de octubre ante las menores expectativas en sus principales economías, Brasil y México, por la inflación y la pandemia de covid-19.
En 2021, la economía de Latinoamérica registró una tasa de crecimiento del 6,8%, y para 2023 se espera una expansión del 2,6 %, indica el Fondo.
Los nuevos pronósticos del FMI apuntalan las advertencias de que la región tardará al menos hasta 2025 para recuperar los niveles económicos que tenía antes del inicio de la pandemia.
En algunos países, como República Dominicana, podría haber una reducción en los pronósticos debido “a que la lucha contra la inflación ha provocado una fuerte respuesta monetaria, que pesará sobre la demanda doméstica”.
Para este año organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI), las firmas calificadoras de crédito y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) ya han presentado que la economía dominicana crecerá en este 2022 por encima de su potencial, que es 5%.
Sin embargo, las autoridades deben estar alerta para contrarrestar la inflación, una situación mundial.
El jueves, el propio presidente de la República, Luis Abinader, reconoció que algunos productos de la canasta básica se encuentran a un costo elevado, pero que desde el Gobierno hacen lo posible para mitigar los efectos y evitar el desabastecimiento, como ha ocurrido en otros países.
Ante las alzas que experimentan tanto el dólar, el barril del petróleo y los alimentos, el presidente Abinader aseguró que su gobierno se prepara para enfrentar cualquier inflación. “Estamos haciendo todo lo posible dentro de nuestras posibilidades para mitigar, claro no podemos tampoco mitigar todos los efectos”, explicó.
¿QUÉ HACER?
Para el presidente del Colegio Dominicano de Economistas, Rafael Espinal, el principal reto ahora es cómo contrarrestar el aumento generalizado de precios, una tendencia que, según su valoración, viene manifestándose desde mediados del 2020 en un contexto de rápido incremento del consumo por la reactivación comercial y una política monetaria que incentivó la liquidez con tasas de interés en mínimos históricos.
“Esta será la gran tarea de las autoridades monetarias latinoamericanas, sobre todo de República Dominicana. Con un incremento de 8.5% al finalizar el año 2021, República Dominicana encara la inflación más alta en los últimos 14 años y se coloca como el quinto país en el que más aumentaron los precios en toda la región, por detrás de naciones que luchaban contra la hiperinflación desde antes de la pandemia o cuyos efectos proyectan esta tendencia como Venezuela, Argentina y Haití”, sostuvo Espinal.
De excluir a estas tres economías de la comparación por su contexto particular, República Dominicana sería la segunda economía con mayor inflación después de Brasil y la más alta en la región de Centroamérica por delante de Nicaragua, El Salvador, Honduras, Costa Rica, Guatemala y Panamá.
El Banco Central dominicano explicó que el aumento de precios de los alimentos y bebidas no alcohólicas (0.81%), transporte (0.80%) y vivienda (0.90%) traducen el 63% de la inflación dominicana en diciembre, que se colocó en 0.73%. Además, contribuyeron el aumento en los precios de bienes y servicios diversos (0.85%) y restaurantes y hoteles (0.94).
“La evolución de los precios internos ha estado impactada por la situación de los mercados comerciales internacionales, en el que se han generado cuellos de botella en las cadenas de suministro, combinado con aumentos sustanciales en las tarifas de contenedores y fletes globales”, indica un comunicado del Banco central.
OTRAS ESTRATEGIAS
Algunos economistas, preocupados por el tema de la inflación, proponen enfrentar la inflación mantener y mejorar el ritmo de crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB).
“Para esto recomiendo, entre otras cosas, eliminar escollos al desarrollo en la forma de decretos que imposibilitan el desarrollo turístico de zonas como Samaná y Barahona. La eliminación o modificación de esos decretos aumentarían significativamente todos los componentes que afectan el PIB empezando con la inversión, naturalmente”, destaca el economista Jonathan D’ Oleo Puig.
Para D’ Oleo, en sentido general es preciso tener un inventario de los recursos productivos que actualmente están en estado ocioso en el aparato económico dominicano y proceder a ejecutar políticas para activarlos y dinamizar la producción en el corto y mediano plazo.
El economista resalta que con un aumento en la producción aumenta el ingreso, el cual, a su vez, ayuda al ciudadano promedio a hacerle frente a la inflación, pero también sugiere que las personas busquen ingresos extras.