PUNTA CANA.- Las expectativas sobre el grado de endurecimiento de la política monetaria de los bancos centrales para luchar contra la creciente inflación han dado un nuevo salto, lo que ha agitado los mercados mundiales y ha puesto en jaque a los inversores.
Entre los movimientos más llamativos de las autoridades monetarias en los últimos días se encuentran la subida de 75 puntos básicos de la Reserva Federal -la mayor en Estados Unidos en casi tres décadas-, la primera subida del Banco Nacional Suizo en 15 años y otra alza de 25 puntos básicos del Banco de Inglaterra.
Los inversores se preparan para más movimientos audaces. En Estados Unidos, los futuros de los fondos de la Reserva Federal fijaban el viernes una probabilidad del 44,6% de que la tasa de interés de los fondos federales alcance el 3,5% a fines de año, desde el actual del 1,58%, según FedWatch de la CME. La probabilidad era inferior al 1% hace una semana.
La actitud más agresiva de los bancos centrales ha provocado movimientos salvajes en los mercados mundiales, dado el apuro por retirar las medidas de apoyo monetario que han contribuido a impulsar los precios de los activos durante años.
El temor a que la agresiva senda de subidas de tasas de la Fed empuje a la economía a una recesión ha aumentado en los últimos días, golpeando a las acciones, que entraron en territorio bajista a principios de esta semana, cuando el S&P 500 acumuló un descenso del 20% desde su récord más reciente.
El retroceso del 6% del índice esta semana lo ha puesto en camino de su peor caída semanal desde marzo de 2020.
El índice europeo Stoxx 600 ha perdido un 17% este año, mientras que el Nikkei japonés un 10%.
Los cambios en las expectativas de tasas también han provocado grandes oscilaciones en los mercados de bonos y divisas. El índice ICE BofAML MOVE, que sigue la volatilidad de los papeles Tesoro, se encuentra en su nivel más alto desde marzo de 2020, mientras que el índice Deutsche Bank Currency Volatility, que mide las expectativas de movimientos de las divisas, también ha subido este año.
Los mercados han renovado las apuestas a subidas de tasas del Banco Central Europeo desde la reunión del BCE de la semana pasada, y ahora se espera que eleve 25 puntos básicos en julio y al menos una de 50 puntos básicos en septiembre. Algunos economistas creen que los planes de crear una nueva herramienta para contener la tensión en el mercado de bonos deberían de permitir al banco central un mayor margen de maniobra para llevar a cabo agresivas alzas si es necesario.
Los mercados monetarios prevén ahora unas subidas de 272 puntos básicos para julio de 2023, lo que situaría las tasas en el 2,1% para esa fecha, lo que se compara con la previsión de comienzos de junio de que la tasa llegaría a principios de 2024 al 1,5%.
En Australia, los futuros muestran que los mercados están preparados para que la tasa de interés de referencia, que actualmente es del 0,85%, supere el 4% el próximo año, frente a la previsión de los funcionarios del banco central de que los tipos alcancen un máximo en torno al 2,5%.
La tasa de interés de referencia británica está ahora en su nivel más alto desde enero de 2009, cuando el costo de los préstamos había bajado drásticamente mientras la crisis financiera mundial hacía estragos. Es la quinta vez que el Banco de Inglaterra sube los tipos desde diciembre, cuando se convirtió en el primer banco central importante en endurecer su política monetaria tras la pandemia del COVID-19.
En general, los bancos centrales mundiales ya han subido las tasas 124 veces en lo que va de año, frente a las 101 subidas de todo 2021 y las seis de 2020, según datos de BofA Global Research.
Una notable excepción a la tendencia ha sido el Banco de Japón, que ha mantenido la política monetaria expansiva y una promesa de comprar bonos a 10 años todos los días para anclar los costos de endeudamiento.
Sin embargo, los especuladores que han apostado por una capitulación final no parecen especialmente convencidos. El yen japonés se está debilitando, la curva de rendimiento se está deformando y el mercado de bonos casi se está quebrando por la disputa entre los fondos de cobertura y los responsables de la política monetaria.
El endurecimiento de la política monetaria ocurre frente a la peor inflación que muchos países han visto en décadas. Los precios al consumo en Estados Unidos, por ejemplo, crecieron en mayo a su mayor ritmo desde 1981.
El aumento de las tasas de interés, la subida de los precios del petróleo y la agitación de los mercados están contribuyendo a que las condiciones financieras sean las más duras desde 2009, según un índice de Goldman Sachs que usa parámetros como los tipos de cambio, las oscilaciones de las acciones y los costos de los préstamos para elaborar los índices de condiciones financieras.
El endurecimiento de las condiciones financieras puede traducirse en que las empresas y los hogares reduzcan sus planes de gasto, ahorro e inversión. Un endurecimiento de las condiciones de 100 puntos básicos reduce el crecimiento en un punto porcentual en el año siguiente, según Goldman.