PUNTA CANA, RD. Las dificultades financieras pueden generarse por diversas razones, y causar una disminución inesperada en los ingresos o un aumento de gastos inesperados. Para algunas personas, pedirle ayuda a un familiar o a un amigo de confianza puede ser difícil. Quizás usted haya estado en una situación similar y pidió ayuda. Si ha tomado la decisión de ayudarle, contemple la posibilidad de comenzar por ofrecerle empatía y aliento, además del ofrecimiento de asistencia.
Quizás la primera pregunta que deba hacerse es si puede permitirse darle dinero a un ser querido sin la expectativa de que se lo devuelva. Si se siente cómodo con este enfoque, piense con cuidado cuánto dinero puede permitirse darle. Luego decida, si le dará una suma global por única vez o si le brindará ayuda a lo largo de un período de tiempo. También podría ayudarle con tarjetas de regalo para gastos específicos de la unidad familiar, como alimentos o gasolina, o para cubrir determinadas cuentas.
Otra opción es ofrecer un préstamo con la expectativa clara de que se lo devolverán. Si es así como decide ayudar, considere la posibilidad de redactar un contrato de préstamo personal formal, que indique el monto del préstamo, cuándo y cómo se reintegrará, y qué tasa de interés se cobrará, si corresponde. Cerciórese de ser claro(a) y de sentirse cómodo(a) con los términos y condiciones del contrato de préstamo antes de firmarlo. Considere la posibilidad de buscar ayuda legal para asegurarse de que su contrato sea ejecutable. Es posible que existan recursos legales gratuitos en su comunidad.
Ser el cofirmante en un préstamo de una institución financiera con su amigo o familiar puede ser otra manera de ayudar. La institución financiera proporciona los fondos y establece un determinado plazo para el pago, la tasa de interés y otros términos. Sin embargo, este enfoque implica un riesgo, ya que usted estará obligado a pagar el préstamo como cofirmante si su familiar o amigo no puede efectuar los pagos.