PEKIN. A pesar de las polémicas y de los llamamientos al boicot, Pekín dio inicio este viernes a la 24ª edición de los Juegos de Invierno, la segunda cita olímpica en la capital china después de la de verano de 2008.
La ceremonia de apertura, alegre y colorida, contó con la mano maestra del prestigioso realizador Zhang Yimou y tuvo lugar en el célebre estadio ‘Nido de Pájaro’, el mismo lugar que fue el recinto principal de los Juegos de 2008.
El pebetero, en forma de copo de nieve, mantendrá la llama olímpica encendida hasta la clausura del 20 de febrero.
Fueron dos jóvenes deportistas chinos clasificados para estos Juegos, la esquiadora de fondo Dinigeer Yilamujiang (nacida hace 20 años en la región autónoma uigur de Xinjiang) y el especialista de combinada nórdica Zhao Jiawen (21 años), los últimos portadores de la llama.
El ambiente se ‘calentó’ en el final de la ceremonia, sobre todo en el momento de la aparición de los deportistas del país anfitrión ante unas gradas llenas apenas en un 40% por las medidas de prevención contra la pandemia del covid-19.
La pandemia obligó a los organizadores a limitar la presencia de público en estos Juegos, los segundos que se disputan en el actual contexto sanitario tras los de verano de Tokio, celebrados el año pasado.
El espectáculo de la apertura de Pekín-2022 comenzó poco antes de las 20 horas locales, cuando el presidente chino Xi Jinping entró en el estadio, saludando de lejos a su homólogo del Comité Olímpico Internacional (COI), Thomas Bach.
La puesta en escena grandilocuente de la entrada de la bandera china, llevada por figurantes que representaban a las 56 etnias del país, dejó pasó luego al tradicional desfile de los deportistas de cada país.
– «V» de «Victoria» –
Ese desfile comenzó, como es tradicional, con Grecia, la cuna del Olimpismo. El paseo de los deportistas de las diferentes delegaciones se acompañó por varias piezas de música clásica muy conocidas, desde la Aida de Verdi a la Carmen de Bizet, pasando por el Lago de los Cisnes de Chaikovski.
Como ocurre habitualmente en este tipo de ceremonia, varios países captaron más la atención que otros. Fue el caso del abanderado de Samoa Americana, que desfiló con una vestimenta tradicional de su país, con el torso desnudo y cubierto de aceite, como ya ocurrió en el pasado con el abanderado de Tonga en los Juegos de 2016, 2018 y 2020.
«Cinco minutos antes de entrar al estadio nos preguntamos qué podíamos hacer para desmarcarnos», señaló el abanderado de Francia, el ‘freestyler’ Kevin Rolland, cuya delegación formó en el desfile haciendo una «V» de «Victoria».
«Dije riendo que hiciéramos la V de la Victoria. Todo el mundo me siguió. Hicimos un entrenamiento rápido en los pasillos y entramos con esa V», relató.
Los aplausos fueron un poco más sonoros para Taiwán, Hong Kong o para los deportistas rusos, cuyo presidente Vladimir Putin estaba presente en la grada.
La decisión de varios países, con Estados Unidos al frente, de boicotear diplomáticamente estos Juegos Olímpicos debido al balance de China en materia de derechos humanos ha puesto la política encima de la mesa en las semanas previas a esta apertura.
El presidente del COI, Thomas Bach, pidió a los dirigentes mundiales que respeten la tradicional tregua olímpica y que den «una oportunidad a la paz».