viernes, junio 28, 2024
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El pabellón de halterofilia de San Pedro levanta su carga más pesada: el descuido y la ingratitud

SAN PEDRO DE MACORIS. En medio de un complejo deportivo descuidado, el pabellón de halterofilia lleva el banderín de una de las instalaciones que más ha sufrido los embates de la arrabalización y vandalismo que se produce en esta zona. Con una estructura única en su clase en el Caribe, este pabellón ha parido atletas de envergadura internacional que participarán en Juegos Olímpicos y que se han exhibido en los Juegos Panamericanos.

Beatriz Pirón, Crismery Santana, Yudelina Mejía y Dahiana Ortiz ha sido parte de los frutos de este pabellón, donde las pesas obsoletas y barras oxidadas no han sido excusa para poder estar en los niveles más altos de este deporte. “Todas salieron de este pabellón, esta es la capital del levantamiento de pesas del país, donde todos los atletas destacados entrenaron o practicaron en ese lugar a pesar de las condiciones no favorables, muchos jóvenes apenas vienen con el pasaje”, expresó el vice presidente de la asociación de halterofilia y entrenador Julio Rivera Gómez.

Además de la falta de utilería deportiva adecuada, otra limitante en dicha instalación es la poca iluminación, ya que solo están disponibles dos luces, debido a que los antisociales sustraen el cableado eléctrico de las demás luces que puede ser habilitadas. Los gimnasios parecen ruinas, con unos pocos hierros disponibles que son utilizados frecuentemente por los adolescentes que desean ganar masa muscular, pero el mismo no están en condiciones mínimas para operar de manera adecuada.

“Hemos tocado varias puertas para que vengan en auxilio de esta instalación y nunca hemos tenido respuesta, hemos perdido hasta la esperanza de que esto se solucione”, recalcó el entrenador. Además del centro de entrenamientos, este pabellón contiene un salón de competencias donde por varios años sirvió para exhibir competencias de halterofilia las cuales dejaron de hacerse debido al abandono por parte de las autoridades del Ministerio de Deportes.

Este salón tiene la capacidad de albergar 700 personas sentadas, un lugar único en su clase en el país que cuenta con los requerimientos técnicos de este deporte, pero debido a la falta de iluminación y actos de vandalismo, han imposibilitado realizar algunas competencias con público en este lugar. “Cada vez que se soluciona las ventanas y puertas rotas algunos jóvenes lanzan piedras al pabellón, convirtiéndose incontrolable esta situación, ya que no hay una seguridad fija en el complejo deportivo”, puntualizó Julio Rivera en este aspecto.