Reescribiendo a Don Quijote

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En un lugar de la  República Dominicana, de cuyo nombre debemos de cuidar al escuchar, no hace mucho tiempo llegó a la capital un hidalgo de los de lanza en astillero, adargan antiguo, rocín flaco y galgo corredor, y  sucedió un día…

Esta  ha sido una de las más extraña semanas de la que ha pasado en el último año, piensa Don Quijote, mientras revisa los periódicos de la ciudad colonial. Han pasado muchas cosas Don Quijote en estas últimas semanas en la ciudad, comenta Sancho. Don Quijote lo mira por encima del periódico y le responde con desdén: ¿de qué te queja Sancho?  Si vivimos sin tapón per se.

-No se burle Don Quijote, pobre hombre. -No lo hago Sancho, solo repito lo que él dijo, pero para mí Rocín nunca hay tapones ni  tampoco para tu burro Sancho. -Así es Don Quijote. Pero han pasado bastantes cosas en este país. A ver Sancho,  vamos a la posada del Palacio de la esquizofrenia,  me cuenta qué es lo que te preocupa. 

El hidalgo se subió en su caballo Rocín y se encaminó despacio por la ciudad hasta llegar al Palacio de la esquizofrenia. Se desmontó con dificultad: ahora tiene que andar con una nueva armadura blindada en el pecho y un casco de protección por las calles, por el aumento de la criminalidad en los sectores de la ciudad. Se sentaron en la cafetería, de ahí podían ver que Cristóbal Colón levantaba un dedo como una señal de conquista a un lugar. 

Un gran viento movió las hojas de los árboles, testigo de varias historia de la ciudad, incluyendo está que está leyendo. -A ver Sancho que te observo que ha caminado todo el tiempo  con los ojos espantados y sin quitarlos del suelo, como si se te hubiese perdido algo en el camino. -Ay don Quijote,  ese crimen de esa joven todavía me tiene preocupado, la ciudad está muy ácida  y lo que ha salido en los periódicos del mundo los “Papeles de Pandora». -Pero Sancho, creía que era otra cosa que te preocupa, -y usted quiere más Don Quijote. -Hay cosas peores Sancho, hay cosas peores que vendrán, más adelante. -Usted cree Don Quijote. -Si  Sancho. Nadie da nada a cambio de nada.

Pero en esta ciudad los periódicos callan Don Quijote. -Sancho ese es el precio de la equivocación temprana. -¿Cual precio Don Quijote? -El silencio Sancho, el silencio de los ricos.

Pero qué me dice Don Quijote, algo más que el asesinato de esa joven y de los Papeles de Pandora. -Sancho a gobernar se aprende gobernando, y si un gobernante a un año no ha empezado a construir  aunque  sea un molino en cada pueblo, lo que vendrá en enero del 2022 serán muchos sobresaltos por los baches del poder. -¿Usted cree don Quijote? -Sancho la experiencia no es en vano que nos llega.

Los préstamos que ha tomado el país en este año hay que pagarlos Sancho, la reforma fiscal es una obligación y los Papeles de Pandora serán un elemento perturbador para poder imponer esa reforma fiscal, pero aparte de eso Sancho se va a sumar la de la  luz, la canasta familiar, el desempleo va en aumento, y tu cree Sancho que golpeando los  sectores políticos, se podrá gobernar un país. -Don Quijote, dijo Sancho con la mano en la cabeza, -lo he pensado, pero veo que la juventud no se detiene a pensar lo que hablan los hombres sabios. -Así es Sancho.

¿Y qué hacer don Quijote? -Esperar Sancho, esperar, a ver si algo cambia en verdad.