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Hamlet Melo /Â hamlet_melo@hotmail.com
El próximo dÃa 2 de octubre, el hermano pueblo de Colombia está convocado a un plebiscito para refrendar o rechazar el acuerdo de paz logrado con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), luego de haber sostenido durante más de 52 años incesantes conflictos armados y casi 4 años de diálogos con la intervención de Venezuela y Cuba, teniendo como escenario La Habana.
El cese al fuego fue uno de los primeros pasos de Rodrigo Londoño (alias Timochenko) y los demás miembros de las FARC, ocurrido desde el pasado 23 de junio en Colombia. Esto constituyó un hecho trascendental para la región de América Latina, ya que era el último conflicto armado pendiente por terminar. Tras el cese bélico, Colombia obtiene una nueva oportunidad para que sus nuevas generaciones puedan experimentar y exhibir otras bondades de su paÃs, olvidando las tantas secuelas que ha dejado en las últimas 5 décadas.
Es bueno hacer varias acotaciones sobre el acuerdo. Tiene como fecha final el 24 de agosto y el documento Ãntegro consta de 297 páginas. De igual modo, mencionar que se tomaron en cuenta el artÃculo 22 de la Constitución PolÃtica de la República de Colombia, que impone la paz como un derecho y un deber de obligatorio cumplimiento, asà como el artÃculo 95, donde se afirma que la calidad de los colombianos enaltece a todos los miembros de la comunidad nacional por lo que es deber de todos engrandecerla y dignificarla. Destacar los esfuerzos del presidente Juan Manuel Santos, quien impulsó la aprobación legal y luego el propio plebiscito por el Congreso de la República de Colombia.
â??La paz no se escribe con letras de sangre, sino con la inteligencia y el corazónâ?, una frase del inmortal lÃder religioso, Juan Pablo II, que toda la comunidad internacional al igual de los propios colombianos pusieron de manifiesto para decretar el fin de una vez y por todas a las diferencias polÃticas, económicas e ideológicas, sin sangre pero con mucha inteligencia y el corazón puesto en el oÃdo de un pueblo que ya no podÃa esperar más por la PAZ. Felicitamos a todos los colombianos por este paso logrado con la voluntad de muchos actores, y pedirle a nuestro señor Jesucristo que sea el que guÃe y proteja a la clase polÃtica para que todo lo plasmado en el acuerdo sea cumplido fielmente.
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